En los últimos días, el debate sobre la eutanasia ha vuelto a estar en el foco mediático. Pero de lo que aún no se habla públicamente es sobre los suicidios. En Barcelona, por ejemplo, los ciudadanos saben que muchas veces las “incidencias técnicas” de las diferentes líneas de ferrocarriles y de metro tienen como origen el suicidio de una persona.

El número de personas que se ha suicidado es cada vez más alto. Aproximadamente, desde principios de la década de los 90 la tendencia ha sufrido un crecimiento exponencial. La variación más alta se ha registrado desde el estallido de la crisis, con un aumento superior al 19%.

suicidio

Los femicidios y las víctimas de los accidentes de tráfico tienen un apoyo institucional y mediático mucho más grande que los suicidios. El gran problema no es el debate sobre si tienen suficiente apoyo o no, sino el problema es la pasividad contra esta causa de mortalidad.

La principal causa que explica las muertes no naturales en España es el suicidio. Esta problemática, tratada como tema tabú por la sociedad y las autoridades, supone el 58,54% de las muertes si se compara con los femicidios, víctimas de tráfico y desaparecidos no encontrados. En 2017 el número de personas suicidadas, de las cuales los hombres son tres veces más propensos a quitarse la vida que las mujeres, llegó a los 3.910 muertos. A la vez, el 2016, fuero 21.500 personas las que se clasificaron como desaparecidas a lo largo de este año. De los 21.500 unos 1520 no fueron encontrados al final de año.

El tercer gran problema, en términos absolutos, es el de las muertes a las carreteras. A pesar del esfuerzo por erradicar la mortalidad, igual que en los casos de los femicidios, el número de muertos todavía es preocupante. Por parte de las autoridades se percibe un esfuerzo para acabar con los femicidios y las víctimas de tránsito, legislando con este objetivo. El problema es que no hay la suficiente legislación ni siquiera concienciación para reducir el número de desapariciones y suicidios. También hay que considerar que, desgraciadamente, de entre las personas desaparecidas se encuentran también casos de suicidios y de femicidios que encara no han sido probados como tal.

Por cada 100.000 personas España se encuentra en la posición número 58, con 12,6 hombres muertos. Este dato es pequeño en comparación con otros países europeos. Groenlandia es, con diferencia, el país con más suicidios en términos relativos (116,9 muertos por cada 100.000 personas). Los siguientes con más suicidios de hombres son Rusia (61,6), Lituania (54,7), Eslovenia (45), Hungría (44,4), Letonia (42,9) y Ucrania (43).