Ha habido un “efecto Francisco” incluso en los fondos del Óbolo de San Pedro, la ofrenda que cada año todos los católicos del mundo envían para las obras de caridad del obispo de Roma. A pesar de los embates de la crisis económica, la suma reunida en 2013 superó los 78 millones de dólares, frente a los 65,9 millones de 2012. Lo reveló, en una entrevista con “Avvenire”, el arzobispo Angelo Becciu, que se ocupa de administrar el Óbolo.