"El Islam no está menos enraizado que el cristianismo en la fe abrahámica, en la antigua cultura semítica y en la greco-bizantina. El caso es que siguió una línea de desarrollo propio, paralela a la de Occidente, lo cual pone en cuestión la pretendida exclusividad del modelo occidental como heredero único de la tradición clásica y también de la judeo-cristiana", reflexiona el profesor Julio Trebolle Barrera experto en ciencia de las religiones.