Representantes de 41 iglesias y comunidades eclesiales advierten sobre el «peligro» de tal legalización, y dicen que representaría una amenaza para los ancianos, las personas con discapacidades y otras personas vulnerables.

«Creemos que la propuesta de introducir una disposición legal para la muerte asistida está fuera de lugar y, de hecho, es un peligro para nosotros como comunidad, particularmente para los más vulnerables de nuestra isla», señala la carta.

«Creemos que los Estados de Guernsey deberían centrarse en el cuidado de las personas vulnerables, apoyar el Hospicio de Les Bourgs, aumentar los fondos para salud mental y cuidar bien a las personas con demencia relacionada con la edad. Como comunidad, debemos celebrar y apoyar toda la vida y no buscar activamente la su término».

«Respaldamos plenamente la atención que brindan en la isla nuestras maravillosas enfermeras, médicos, especialistas y profesionales humanitarios».

El periódico local Guernsey Press informa que entre los signatarios se encuentra John Guille, presidente de Les Bourgs Hospice, junto con miembros de las iglesias católica, anglicana y metodista.

El parlamento de la isla, conocido como los Estados de Guernsey, debatirá la proposición de ley el 16 de mayo. Si la isla aprueba la medida, será el primer lugar en las Islas Británicas en legalizar el suicidio asistido.

La isla de Guernsey es una Dependencia de la Corona británica con una población de 63,000 habitantes, situada frente a la costa del norte de Francia. Deja en manos del gobierno del Reino Unido las relaciones exteriores y la defensa, pero en todo lo demás es un territorio con autogobierno.