El domingo 19 de noviembre los chilenos han sido convocados a votar en el marco de las elecciones presidenciales y tendrán que elegir entre ocho candidatos que aspiran a convertirse en el próximo presidente de Chile y de los cuales dos pasarán a la segunda vuelta.

Entre estos candidatos se encuentra José Antonio Kast, diputado por La Reina – Peñalolén, abogado y padre de nueve hijos fruto de su matrimonio con María Pía Adriasola Barroilhet.

Vinculado al movimiento de Schoenstatt, no duda en manifestar públicamente su fe y convicciones. “Soy católico practicante. Mi familia es del sur de Alemania, la zona católica de ese país”, escribía en el año 2011 en un manifiesto publicado en el diario La Tercera, en el que también compartía lo orgulloso que se siente de su hermano sacerdote y que se “jugaría el pellejo porque no se aprobara la ley de aborto“.

Ahora Kast se presenta como candidato independiente a la Presidencia de Chile con un programa de gobierno provida y profamilia. Los últimos sondeos apuntan a que obtendrá un 6% de los votos, gran parte proveniente del electorado cristiano, con quien ha adquirido 50 compromisos concretos.

Derogación de la ley del aborto impulsada por Bachelet

La protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y el rechazo en cualquier circunstancia a todo tipo de ataque contra la vida, ya sea aborto o eutanasia, es uno de los compromisos de Kast.

En defensa del derecho a la vida del no nacido, propone revertir de manera inmediata la Ley de Aborto y elaborar un proyecto que logre derogar la norma que promovió el Gobierno de Michelle Bachelet.

El pasado 14 de septiembre, Chile dejaba oficialmente de pertenecer a la lista de países que protegen la vida del no nacido en cualquier circunstancia. En un acto en La Moneda, la presidenta Bachelet promulgaba la ley que permite el aborto en los casos de riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación.

“Hoy van a aprobar una ley que faculta el asesinato de niños inocentes. En nombre de Dios y de todas las personas de buena voluntad, voto en contra de esta ley, ahora y siempre”. Así se expresaba el ahora candidato presidencial en su intervención en el Congreso chileno el pasado mes de julio, durante la votación de la ley del aborto.

Como candidato a la Presidencia, Kast ha prometido promover la derogación de la ley que despenaliza el aborto en tres supuestos, así como aprobar “los recursos necesarios para apoyar a las madres y familias que tienen que llevar adelante embarazos no deseados o complejos, y revisar los mecanismos y protocolos de adopción”.

En relación con esta última cuestión, el programa de gobierno de Kast incluye reformas a la Ley de Adopción, buscando acortar los tiempos de los trámites en estos procesos. La promoción de la natalidad es otro de los objetivos que contempla el programa.

Defender el derecho de los padres a educar a sus hijos

Una de las causas por las que apuesta este candidato es la defensa de uno de los derechos que se está viendo cada vez más amenazado en nuestra sociedad: el derecho de los padres a educar a sus hijos, y a hacerlo según sus propias convicciones.

Un eventual gobierno dirigido por Kast buscaría, según sus promesas electorales, “asegurar el derecho de los padres a elegir no solamente el establecimiento educacional para sus hijos, sino impedir que se adoctrine por la fuerza a niños sobre diversas ideologías”.

En materia educativa, Kast también ha optado por incluir en su programa la cuestión de la asignatura de Religión y apuesta por promover que estas clases se impartan en todas las escuelas públicas de Chile, que deberán contar de forma permanente con un profesor de Religión.

No a la ideología de género

Asimismo, durante la campaña, Kast ha prometido no legislar ni ceder a las presiones de quienes buscan imponer la agenda de la ideología de género.

En este sentido, el aspirante a La Moneda propone dejar sin efecto “todas y cada una de las circulares e instructivos” que pretendan imponer la ideología de género. Su programa recoge la supresión de los programas y contenidos del currículum que constituyan propaganda o apoyo al aborto y la ideología de género.

Además, en los 50 compromisos con los cristianos se recoge que “el tema de la transexualidad será tratado desde una concepción objetiva y por especialistas, abordándolo desde el ámbito de la salud, no cediendo a presiones o demandas de organizaciones activistas que promueven la ideología de género”.