Las directrices, que no se han difundido en sitios oficiales de la Iglesia, representan la primera política integral de una conferencia episcopal nacional sobre el tema, que durante mucho tiempo ha estado envuelta en secreto, dado que implica que el clérigo ha roto el voto de castidad del celibato.
La conferencia episcopal también observa "ningún sacerdote debe apartarse de sus responsabilidades". También, observa el documento, es "importante que la madre y el niño no queden aislados o excluidos".
La normativa, según The Irish Times, fue preparada tras discusiones con el psicoterapeuta Vincent Doyle, cuyo padre, el sacerdote Co Longford, murió de cáncer de pulmón en 1995.
Doyle se puso en contacto con el Boston Globe y ese periódico estadounidense publicó una serie sobre niños engendrados por sacerdotes.