Así comienza la breve crónica del diario del Vaticano, L’Osservatore Romano, que cuenta cómo el Arzobispo polaco Konrad Krajewski, Limosnero del Papa, invitó a un eslovaco, un polaco y un checo indigentes –este último acompañado de su inseparable perro– a participar de las celebraciones del cumpleaños del primer Pontífice latinoamericano y jesuita de la historia.
"A ninguno de los tres les parecía verdad. Colocaron sus cosas en maletero del auto del Limosnero y, luego de colocar al animal al centro, partieron en dirección a la Casa Santa Marta", donde reside el Papa.
Los tres fueron presentados al Santo Padre al final de la Misa.
En un gesto de cariño para con el Papa los tres le presentaron un regalo: "un ramo de girasoles, porque estas flores, como ha explicado Monseñor Krajewski, giran siempre hacia el sol, asi como la Iglesia mira siempre a su sol que es Cristo".
El Papa los invitó luego a desayunar. La alegría de uno de ellos era tanta por poder compartir este intenso momento con el Santo Padre que llegó a exclamar algo que podría casi caer en lo absurdo: "¡Vale la pena ser vagabundo porque el Papa te recibe!"(EWTN)