El Obispo de Roma recibirá en audiencia privada a los participantes del curso el 19 de noviembre, último día de los tres que dura el encuentro. «Ha sido el mismo Santo Padre quien ha querido clausurar este curso, para hablar juntos de los fieles que quieren regularizar su situación», afirmó el prelado.
La Rota Romana está preparando otro curso con la Conferencia Episcopal Española dirigido a sacerdotes y párrocos y con la finalidad de «crear estructuras que puedan prestar la justicia, de forma rápida y sencilla, respetando siempre el favor veritatis, el favor del matrimonio y el principio de la indisolubilidad». Detalla Mons. Arellano que en el Tribunal Eclesiástico de Madrid ha «duplicado y triplicado» su número de causas de nulidad matrimonial, «por esta cercanía entre el juez y el fiel».
Con la nueva ley del proceso de nulidad matrimonial que entró en vigor el pasado 8 de diciembre, coincidiendo con la apertura del Año de la Misericordia, el Papa Francisco recordaba que «las leyes quieren manifestar precisamente la proximidad de la Iglesia a las familias heridas, deseando que la multitud de aquellos que viven el drama del fracaso conyugal sea alcanzada por la obra sanadora de Cristo, a través de las estructuras eclesiásticas, con el anhelo de que se descubran a sí mismos como nuevos misioneros de la misericordia de Dios hacia los otros hermanos, en beneficio de la institución familiar».
Y en este sentido Mons. Arellano destaca la «eficacia y la prontitud con la que se están resolviendo muchas causas» gracias al esfuerzo de todos los integrantes del Tribunal de la Rota Romana. «Ahora las causas son rápidas, sencillas y gratuitas».