Mónica Astorga pertenece al Monasterio de Carmelitas Descalzas de Centenario, ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Neuquén, donde desde hace 10 años se dedica ayudar a quienes acuden a ella para encontrar apoyo a causa de las situaciones de marginación y violencia.
En diálogo con Télam, el titular de la Dirección de Diversidad de la provincia de Neuquén, Adrián Urrutia, explicó que "lo que le sucedió a la hermana Mónica habla a las claras de que dentro de instituciones como la Iglesia Católica se generan tensiones ante determinados temas como la diversidad sexual".
El funcionario señaló que "hay sectores fundamentalistas minoritarios que ante la avanzada cada vez más contundente de la igualdad en la Argentina y en el mundo están dando sus últimos manotazos de ahogado desde estos sectores reaccionarios".
"El mundo sería un lugar mucho más justo si existieran más religiosas como la hermana Mónica Astorga, quien desde hace tiempo viene siendo objeto de denuncias anónimas, críticas en Facebook y amenazas por ayudar a las personas transexuales, a quienes cierto sector de la sociedad y de la Iglesia dejan ubicadas en las periferias existenciales", indicó Urrutia.
Antes de cerrar su cuenta de Facebook, la religiosa convocó a quienes la amenazaron a dialogar personalmente: "Estoy tranquila, sé que no está fuera de lugar recibir a estas mujeres, juntarme a rezar con ellas, atenderlas y buscarles una salida laboral".
Además, en declaraciones a La Mañana de Neuquén, la monja señaló que el Papa Francisco conoce la situación y que recibió el apoyo de su comunidad. (RD/Agencias)