En Inglaterra y Gales no nacen niños con Síndrome de Down. Es lo que publicaba en el año 2009 el diario British Medical Journal, que sostenía que nueve de cada diez mujeres que concebían un bebé con esta discapacidad, terminaban sometiéndose a un aborto.

Lord Shinkwin, de la Cámara de los Lores – la Cámara Alta del Parlamento del Reino Unido- ha presentado un proyecto de Ley para proteger a estos niños y cambiar la situación del país, donde abortar a los bebés con Síndrome de Down hasta después de su nacimiento es legal desde 1967.

El Sistema Nacional de Salud Británico (NHS) ha revelado que de los 3.213 bebés abortados en Inglaterra y Gales durante 2015, 689 habían sido diagnosticados con Síndrome de Down.

Desde el Parlamento británico, se ha insistido en la importancia de proteger a estos niños. “Para mí, la sociedad de una nación no puede discriminar. En nuestro país es ilegal abortar a un niño tras las 24 semanas de haber sido concebido, sin embargo a un niño con Síndrome de Down se le puede quitar la vida hasta después de haber nacido. ¿Dónde está la justicia y la igualdad?”.

“Si alguien piensa que esta discriminación es aceptable, le invito a que se imaginen que se aplicara la mismo según el color de la piel o la orientación sexual”, ha sentenciado Lord Shinkwin.

A pesar de que por el momento este Proyecto de Ley no cuenta con el apoyo de ningún partido político, la iniciativa crea conciencia sobre la importancia de la vida humana en todas sus etapas y en todas sus formas.

(Fuente: Infovaticana)