El negocio de los vientres de alquiler ha celebrado este fin de semana su feria en Madrid. Los días 7 y 8 de mayo el hotel Meliá Avenida de América ha acogido Surrofair, un evento que pretendía poner en contacto a las agencias de vientres de alquiler con aquellos que quisieran recurrir a esta práctica prohibida en España.

Esta feria ha sido el escaparate de una práctica que en la actualidad es ilegal en nuestro país a través de diversos stands y de charlas en las que se informaba de los países en los que los vientres de alquiler están permitidos. Asimismo, se proporcionaba a los asistentes de la feria un bono del 5% de descuento en los programas de subrogación.

Sin embargo, quienes se han acercado a esta feria no sólo han podido conocer los precios y las distintas opciones para alquilar un vientre fuera de España, sino que también ha quedado al descubierto qué se esconde tras este lucrativo negocio. ¿Qué pasa si durante el embarazo se descubre que el niño tiene síndrome de Down? ¿Cómo es el proceso de inscripción de los menores en España?

En una charla ofrecida por la empresa Mediterranean Fertility Institute, estuvo presente Rocío Monasterio, responsable del área de Asuntos Sociales de VOX. Durante la charla, Monasterio planteó al ponente, el ginecólogo griego Giakoumakis Loannnis, qué sucedía en los procesos de la llamada gestación subrogada con los niños a los que se les diagnosticaba Síndrome de Down.

“En todo el mundo es así, ese niño no nacerá….será detectado y abortado, no puedes castigar a unos padres a seguir con ese niño”, respondió el ponente. “¿Y si la madre gestante quiere seguir con el embarazo?”, volvió a preguntar Monasterio antes de recibir la siguiente respuesta: “Por contrato la madre gestante no tiene nada que opinar sobre ese niño”.

En una conversación posterior con Monasterio, el ponente aseguró que “desde que la humanidad y la ética existen siempre habrá zonas grises” y que “nadie te puede castigar a quedarte un niño con Down cuando tú has contratado un niño sano”.

En el caso de que antes del parto no se detectara que el niño tiene Síndrome de Down y que tras el nacimiento nadie se hiciera cargo de él, el ginecólogo griego Giakoumakis Loannnis describió durante la charla cuál es el destino de estos recién nacidos: “Supongo que iría a un orfanato griego. Pero eso no pasa, antes se aborta”.

Interrogado sobre la dificultad de inscribir a un niño fruto de un vientre de alquiler a causa de la actual legislación que establece la filiación por parto, el ponente respondió que la realidad es que en los consulados se da un salvoconducto a nombre del padre y en los juzgados españoles se acepta ese niños: “Nadie te va a preguntar quién es la madre de ese bebé, pronto o tarde consigues que te lo inscriban”.

El abogado de la empresa LifeBridge, en conversación con Rocío Monasterio, le informó de las ventajas de alquilar un vientre en Rusia ya que “las mujeres hacen mucho, mucho negocio y eso garantiza que no haya problemas”.

Asimismo, el abogado describió los procesos de inscripción de los niños nacidos de la gestación subrogada en Rusia. Según esta versión, una vez nacido el niño en territorio ruso, se hace una prueba de ADN al padre contratante en un laboratorio homologado por el Ministerio español y al niño se le inscribe en Rusia como hijo de la gestante rusa y del padre español.

Más tarde, en el consulado, se expide un salvoconducto en ruso a nombre del padre español y la madre contratante española que se presenta después en un juzgado español. “Después de un tiempo ese niño se inscribe como hijo de los contratantes y se le da la nacionalidad. El papel de la madre gestante lo destruyes“, informa el abogado.

(Fuente: Infovaticana)