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Otro argentino camino a los altares
11 - 03 - 2016 - VATICANO - Causa de los Santos

La Santa Sede cerró la etapa con documentación del cardenal Pironio, sobre su vida, virtudes y fama de santidad, que ahora pasan a la Congregación para las Causas de los Santos. Creado cardenal por Pablo VI, ideó la Jornada Mundial de la Juventud. Fue "papable" dos veces.

Este viernes 11 de marzo, a las 12 hora de Roma (8 de Buenos Aires), en la Sala de la Conciliación de la sede del Vicariato romano, el cardenal Agostino Vallini presidió la ceremonia de cierre de la fase diocesana de la causa de beatificación del cardenal Eduardo Pironio.

Participó de la sesión de clausura monseñor Carlos Humberto Malfa, obispo de Chascomús y secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina, que es parte actora en el proceso de canonización del purpurado argentino.

Durante la instrucción diocesana se recogieron los testimonios, escritos y documentación sobre la vida, virtudes y fama de santidad del cardenal Pironio que ahora pasan a la Congregación para las Causas de los Santos.

"Siempre que hablabas con Pironio te daba la sensación que se sentía el peor inútil del mundo, el peor pecador. Te abría un panorama de santidad a vos, desde su profunda humildad. Te abría horizontes, experimentabas que nunca cerraba puertas a nadie, e incluso a gente que él sabía que no lo comprendía. Demostraba también una gran paciencia haciéndome recordar aquel texto de San ppordenado sacerdote en 1943. Fue obispo auxiliar de la Plata y desde 1972 obispo de Mar del Plata.

Entre 1968-1975 fue primero secretario general y luego presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).

El papa Pablo VI lo llamó a Roma como prefecto de la Congregación para los Religiosos y en 1976 lo creó cardenal.

El papa Juan Pablo II los designó en 1984 presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, cargo en el que tuvo un papel destacado en el diseño de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

En Roma, el argentino de rostro sonriente fue protagonista y adquirió influencia. De él dependió la renovación de las Reglas y Constituciones de casi todos los Institutos de vida consagrada, de él dependió la organización y dirección de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Su nombre fue uno de los papables en dos cónclaves, el de 1978, a la muerte de Montini, y poco después de Luciani. Una vida intensa, al servicio de la Iglesia y de los jóvenes que terminó el 5 de febrero de 1998 en Roma. Por su voluntad, fue enterrado en el santuario de Nuestra Señora de Luján, Argentina.

El 23 de junio de 2006, el cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, abrió la fase diocesana del proceso de beatificación.

(Fuente: Valoresreligiosos)