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Líder ugandés:"Los jóvenes no son un instrumento de guerra"
06 - 02 - 2016 - CULTURA - Grandes Personajes

Víctor Ochen es uno de los diez hombres más influyentes del continente africano. "Una esperanza para África", según lo definió la revista Forbes. Su lucha contra el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), comandado por el cruel Joseph Kony en Uganda, le ha granjeado el respeto internacional, como garante de un futuro de paz y reconciliación para África.

se encuentra en Madrid, donde participará en el Encuentro de Antropología y Misión, y donde recibirá el "Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2015".

"Los jóvenes no son un instrumento de guerra, son instrumento de paz", defiende Ochen con firmeza. Los "sueños de paz" con los que se abre el encuentro de este año, definen perfectamente el carácter de este joven, fundador de AYINET, una ONG dedicada específicamente a la promoción de la paz a través de la implicación de los jóvenes y sus comunidades para responder a las consecuencias de los conflictos. De hecho, Naciones Unidas le ha designado como uno de las 15 personalidades más influyentes del mundo.

En su comparecencia, recordó cómo sus amigos de Uganda le pidieron que saludara a CR7 y a Messi. "Me siento orgulloso de estar en este país, con jóvenes de mucho talento, es un país con raíces y espíritu de amor a África", subrayó Víctor Ochen, quien apuntó que "sea donde sea, en África también encontramos jóvenes con capacidades y con ganas de trabajar para la paz".

Su historia personal es, en realidad, la historia de muchos jóvenes africanos, que nacieron en la pobreza y la falta de oportunidades. "Hay hambrunas, talentos que se pierden y épocas oscuras donde se da mucha muerte y sufrimiento", reconoció, pero "África es un continente que puede desempeñar un gran papel para la paz".

"Mi hogar fue un lugar de conflicto, de mis 34 años, 21 los pasé en campos de refugiados internos. No estoy aquí como responsable de una institución, sino como alguien que ha vivido en una situación sin luz, agua, sin aspiraciones... Pero vengo a darles una imagen positiva de este continente", relató el premio Mundo Negro, quien puso los pelos de punta a la concurrencia al señalar que "hoy, hace 20 años, no tenía siquiera un par de zapatos, hace 20 años vivía con solo una comida al día, hace 20 años no iba a la escuela. Los niños eran secuestrados, mi propio hermano fue secuestrado y todavía no sabemos qué ha sido de él... Más de dos millones de personas vivían desplazados".

 

 

 

"Algunos de estos niños -admitió- escogieron el camino de las armas. Yo escogí rechazar las armas, tanto en un lado como en el otro, y escogí el camino de la paz". Buscar ser agentes de la solución, y no del problema. "Ninguno sabíamos qué era la paz, pero fundamos AYINET, y comenzamos a trabajar con los niños soldados, que habían sido obligados a matar a sus padres, cocinarlos y comérselos, a violar a sus hermanos... Y todo esto en nombre de la religión, porque Joseph Kony se presentaba como un mensajero de la paz, una especie de Mesías".

Con tiempo, paciencia e inasequibles al fracaso, lograron sacar adelante a los niños soldados, a las chicas violadas o a los menores mutilados. "Y nos dimos cuenta de que la paz era posible". Y de que, "como africanos, no estamos solos. Hay mucha gente como ustedes que está con nosotros trabajando y soñando por un África que quiere la paz. Semillas de paz, tenemos la esperanza de que con el paso del tiempo se conviertan en bosques de paz, que luchen por la reconciliación y la paz".

"Siempre me pregunté ¿qué haría si fuera una persona con influencia mundial? Ahora lo soy: ser la voz de las voces que se silencian en el mundo, y hacer que se escuchen en todas las instituciones", subrayó Víctor Ochen, quien animó a trabajar por "la reparación y la reconciliación, que es mucho más que el perdón, que es sobre todo justicia y verdad".

 

 

 

Victor Ochen también se ha referido a algunos aspectos de la actualidad política del continente africano. Ante las próximas elecciones en su país, Uganda, en las que el presidente Museveni -en el poder desde 1986- opta a la reelección, Ochen ha dicho que "la pregunta es si estaría dispuesto a dejar el poder si pierde las elecciones", a la vez que ha recordado que, desde la independencia, Uganda no ha experimentado ninguna transición política sin violencia. Esta pregunta retórica, dirigida a Museveni, se la ha trasladado el propio Ochen en persona a otros presidentes africanos, como Joseph Kabila (República Democrática de Congo) o Paul Kagamé (Ruanda), que optan a prorrogar su estancia en los palacios presidenciales de sus países. Sin embargo, el fundador de AYINET ha destacado también que "la batería de la dictadura en África se está acabando y los jóvenes no quieren recargarla".(RELIGION DIGITAL)