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El Reino Unido autoriza la manipulación genética
01 - 02 - 2016 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Vida

Permite a un grupo de investigadores británicos experimentar con embriones descartados de las clínicas de fertilidad para modificar sus genes.La Autoridad de Embriología y Fertilización Humana (HFEA) del Reino Unido ha concedido por primera vez a un grupo de científicos británicos el permiso para experimentar con embriones humanos a través de la modificación genética. 

La investigación se llevará a cabo en el Instituto Francis Crick de Londres, que solicitó la licencia en septiembre de 2015, y que afirma tener como objetivo proporcionar un mayor entendimiento sobre los primeros momentos de la vida humana a través de la manipulación genética de seres humanos en estado embrionario.


Esta es la respuesta que han querido dar este grupo de científicos encabezados por la investigadora Kathy Niakan, ante la alarma generada por el hecho de que la intención detrás de la manipulación genética sea la de crear en un futuro “bebés de diseño”, modificados genéticamente para hacerles más perfectos.

La HFEA del Reino Unido indicó hoy, en un comunicado, que los experimentos se desarrollarán durante los primeros siete días después de la fertilización. Los investigadores han manifestado que ya han empezado a ponerse en contacto con clínicas de fertilidad de todo el país para negociar el intercambio de los embriones descartados.

Es la segunda vez que se lleva a cabo este tipo de experimento. El primero fue realizado por un equipo de científicos chinos, rodeado por la polémica surgida no sólo en la opinión pública, sino también entre la comunidad científica. Muchas voces se han alzado para recordar que, además de los problemas éticos que genera la manipulación genética de embriones, la técnica aún no se ha desarrollado lo suficiente como para garantizar la viabilidad de los experimentos.

La realidad es que el polémico experimento realizado por los científicos de la Universidad SunYat-sen de Guangzhou en China, que pretendía corregir el gen responsable de la beta-talasemia, una enfermedad hematológica hereditaria, resultó ser un fracaso.

De los 86 embriones manipulados genéticamente en el experimento, tan sólo en cuatro se logró eficazmente corregir el gen de la beta-talasemia. Los investigadores utilizaron una técnica de edición genética llamada CRISPR/Cas9, introducida en el año 2012, y que teoría permite “modificar genes de manera sencilla y precisa”.

Más allá de que los experimentos pudieran funcionar o de que la técnica mejore hasta el punto de hacer eficaz la manipulación genética, eso no convierte a este tipo de investigaciones en prácticas éticas.

Durante su encuentro con 45 miembros del Comité Nacional de Bioética, el Papa Francisco quiso recordar a los científicos presentes la importancia de proteger a los embriones humanos de ser utilizados como “material de descarte” en una sociedad en la que predomina la “cultura del descarte”.

El Magisterio de la Iglesia se ha posicionado respecto a la terapia génica, la aplicación al hombre de las técnicas de ingeniería genética con una finalidad terapéutica. En la Instruccion Dignitas Personae de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se sostiene que “el deseo de un hijo no puede justificar la “producción” del mismo”. Tampoco justifica su “producción” el deseo de que ese hijo nazca sano, que es el principal objetivo de este experimento que ahora se pretende desarrollar en Reino Unido.

Tras aprobar los embriones de tres padres

Hace un año, en febrero de 2015, el Parlamento británico aprobó la utilización de una técnica de reproducción asistida que fusiona el ADN de tres personas. Una técnica consistente en crear embriones de tres padres, mediante la fusión del ADN de los óvulos de dos mujeres con el espermatozoide de un hombre.

La manipulación de seres humanos cuando todavía son embriones parece no tener límites, y más cuando se pretende que una futura madre ceda el núcleo de su óvulo para que sea insertado en el de una mujer sana (tras haberle extraído a ésta su propio núcleo) y después ese óvulo manipulado sea fecundado in vitro por el esperma del padre.

Ya en ese momento, tanto la Iglesia de Inglaterra y como la Iglesia Católica alzaron la voz para oponerse a la legalización de esta técnica para crear bebés a la carta. También entre los políticos británicos surgió el debate expresado por la diputada Fiona Bruce, quien aseguró que la medida supondría dar un peligroso paso adelante hacia la creación del “mundo feliz” de Huxley.

(Fuente: Infovaticana)