CRISTO HOY
CRISTO HOY

   Sitios Recomendados
        El Vaticano
        Aica
        Rome Reports
        Noticias Vaticanas
  
Francisco vs Trump
22 - 09 - 2015 - GENERALES -

Con un popular Papa Francisco gracias a su visita a América el 22 de septiembre, en medio de la carrera por las primarias republicanas que están consiguiendo un récord de seguimiento, es difícil no darse cuenta de un fenómeno: el apoyo a Trump se parece mucho al de Papa Francisco.

No me malinterpreten: no estoy diciendo que Papa Francisco sea en absoluto como Donald Trump.
Papa Francisco es un hombre humilde, profundamente arraigado en los principios del Evangelio, que vive y predica una vida de simplicidad y luz moral.
Donald Trump es un hombre que prospera con su imagen arrogante, cuyas posiciones han cambiado radicalmente y que hace alarde de su vida de excesos.
Pero, con todo ello, su base de admiradores parece similar en varios aspectos.
Una semejanza: Ambos son considerados hombres independientes que llaman la atención sobre problemas actuales.
¿Por qué es popular Trump? En las expertas palabras de Michael Brendan Dougherty, “la gente se siente atraída por él porque Trump es un hombre independiente. Ignora libremente las convenciones de la política […] Un hombre que no necesita ningún permiso y que constantemente se resiste a cualquier reconvención externa por su comportamiento”.
A sus fans -desde celebridades de YouTube hasta Tom Brady- parece gustarle que Trump no se comporte como una marioneta de ningún partido, corrección política o medios de información.
Papa Francisco es popular de un modo similar. Vanity Fair lo presenta esta semana como “El Papa del Pueblo” y explica su popularidad con argumentos parecidos a los que usó Dougherty con respecto a Trump:
“Es un hombre independiente, eso es lo que es. Alguien que ha permanecido fiel a sí mismo y al mensaje católico, y se ha mantenido lejos de la pompa del papado, el peso de la celebridad y las expectativas de la Iglesia global”.
A la gente le encanta Papa Francisco, incluso a pesar de su sotana blanca, porque es un hombre con ideas propias.
La Diferencia: ambos pueden ser “hombres independientes” pero hay una gran diferencia. La “independencia” de Papa Francisco es la “independencia” de quien es capaz de renunciar a sus propios intereses y supeditarlos al servicio de los de los demás. La “independencia” de Donald Trump es la de quien hace prevalecer su agenda personal sobre los intereses de los demás.
Un “Siervo de los Siervos de Dios” independiente es una cosa; un presidente “independiente” es otra: un hombre fuerte que pudiera convertirse en un tirano si consigue lo que quiere, o en un fracaso desastroso si no lo hace.
Una Similitud: en la voz de los medios, parece que Trump y Francisco existen envueltos en un halo misterioso iluminado ocasionalmente por intervenciones enjundiosas.
Andy Cush preguntó a Gawker qué haría Trump si llegase a ser elegido presidente. “La única respuesta seria es que ni yo, ni Donald Trump, ni nadie, tiene la más remota idea”.
La gente no conoce las posiciones de Trump, solo saben que les gusta bastante su actitud.
Lo mismo vale para Papa Francisco. Se le conoce por frases lapidarias como “¿Quién soy yo para juzgar?”. Pero algunos de sus seguidores no han leído sus palabras cuidadosamente, ellos solo tienen una vaga noción de que es un tío guay.
La diferencia: Las citas de Trump son una ofuscación deliberada y juegan a la aprobación. Es capaz de decir: “El gobierno de México obliga a las malas personas a venir a nuestro país” y también, “ganaré con el voto latino y crearé puestos de trabajo”. Es capaz de decir que ama a las mujeres mientras las insulta. Es capaz de alabar una mayor acción militar mientras denuncia que se están poniendo tropas en peligro.
Analizando los comentarios de Trump en su contexto te das cuenta de que son peores. Sin embargo considerando las palabras de Papa Francisco en el contexto son mejores de lo que parecen.
El malentendido: “¿Quién soy yo para juzgar?”, que se refería a los homosexuales creyentes que viven las enseñanzas de la Iglesia, es un ejemplo de ello. Francisco es crítico con la ideología de género y no acepta la anticoncepción artificial, y no es el Papa blando que los medios de comunicación han inventado, como Papa Benedicto tampoco era el Papa pasado de moda que los medios pretendían que era.
Otro parecido: Su popularidad es probablemente un fenómeno temporal.
La popularidad de Donald Trump es una gran historia, pero es una historia con agujeros considerables.
En su artículo “Trump en el liderazgo, pero las encuestas no tienen valor”, John Podhoretz destacó que el éxito sorprendente, destacable e imparable en agosto de 2015 ya las tuvieron Rick Perry en agosto de 2011 y Rudy Giuliani en agosto de 2007.
Destacó además que una encuesta de la CNN que mostraba a Trump con el 24%de apoyo del partido republicano a nivel nacional era una “locura”, dando por sentado que el 52% cambiaría de voto en las primarias, en lugar del histórico 10%
La popularidad de Papa Francisco también disminuirá. De la misma manera que el apoyo a Trump vino que aquellos que están fuera del proceso político, Papa Francisco es muy popular con los grupos que tienen poco interés en las preguntas religiosas.
Y con estos, como el Washington Post y otros como él, su popularidad cae ya que los “rebeldes” se dan cuenta de que el Papa no va a cambiar las cosas que ellos quieren, así como un multitud de fieles está preocupada por si realmente lo hace.
La diferencia: Mientras Trump probablemente se sorprenderá por su pérdida de popularidad, el Papa Francisco la espera. Ambos hombres son populares debido a la cultura del famoseo. Pero es una cultura en la que Trump invierte mientras que el Papa Francisco, al que no le gusta la TV, desprecia. De hecho, Papa Francisco dijo recientemente en una entrevista de radio: “Jesús también fue muy popular, durante un tiempo, y mira como terminó”.
Cuando Trump contempla la adulación a la que se le somete, escucha el rugido del triunfo. Sin embargo Papa Francisco ve esto, escucha los Hosannas del Domingo de Ramos, y sabe que pasos está dando, y hacia donde se dirigen.
Tom Hoopes es escritor en la residencia del Colegio Benedictino de Atchinson, Kansas.

ALETEIA