Más del 95% de las parroquias católicas de Inglaterra y Gales tienen por lo menos un representante que se ocupa de monitorear la seguridad del ambiente en el que viven los menores para garantizar que no haya riesgos de abusos o violencias de cualquier tipo. Es el dato más positivo y relevante que surge del Informe anual que fue presentado hoy por la National Catholic Safeguarding Commission, órgano independiente de la Iglesia Católica de Inglaterra y Gales, creada en 2008.

El Informe describe el trabajo de monitoreo y prevención en todo el territorio: el porcentaje de las parroquias sin un representante que vigile y garantice la seguridad de los menores disminuyó a menos del 5%. En 2014 hubo 79 denuncias de abusos contra niños e involucraron a 118 víctimas y a 83 culpables. También hubo casos relacionados con la difusión de imágenes pedo-pornográficas, por lo que, subraya el Informe, el número total de víctimas sería probablemente más elevado.

El Informe indica que en 2014 los sacerdotes diocesanos fueron denunciados por 16 casos de abuso sexual, tres de violencia física y cuatro de pedo-pornografía. Las denuncias por abuso sexual fueron 11 y las denuncias por posesión y uso de material pedo-pornográfico fueron 3. Las denuncias también involucran a personal «voluntario» y a los empleados laicos, por un total de 17 personas. Desgraciadamente, en la lista no faltan las religiosas, en contra de las cuales hay cinco denuncias (3 por violencia física, una por abuso sexual y otra por violencia emotiva).(VATICAN INSIDER)