Los defensores del derecho a la vida y la dignidad humana han obtenido ayer martes, 22 de octubre, una gran victoria en el Parlamento Europeo tras el rechazo del Informe Estrela sobre “salud sexual y reproductiva”, según informa European Dignity Watch (Observatorio Europeo para la Dignidad, EDW por sus siglas en inglés).
Tras un intenso debate en el seno del Parlamento, la mayoría de sus diputados han votado a favor de la devolución a la comisión de un texto que reivindica el ‘derecho al aborto’, la hipersexualización de los niños a temprana edad y una severa limitación a la libertad de conciencia.
Tras la devolución de la propuesta a la comisión, se investigarán más a fondo los numerosos puntos problemáticos de este informe, en especial el hecho de que participara en su redacción la abortista International Planned Parenthood Federation (IPPF) en Bruselas.
Hay que señalar que aunque la ponente del Informe es la eurodiputada del Partido Socialista portugués Edite Estrela, es sabido que el borrador del texto ha podido ser escrito por Vicky Claeys, presidenta de la Sección Europea de la IPPF. Así lo acreditó ella misma el pasado 19 de junio con ocasión de la presentación de un informe del IPPF al Parlamento Europeo.
Con esta decisión, el Parlamento Europeo deja una señal clara de que el radical enfoque a favor del aborto planteado en el informe Estrela no es compartido de forma mayoritaria en la Unión Europea.
“Estamos muy contentos de que, con respecto a la salud sexual y reproductiva, no sólo ha llegado hasta los sentidos del Parlamento sino que sino también que la voz de los 1,4 millones de ciudadanos que firmaron la Iniciativa Ciudadana Europea ‘One of Us’, para una mayor protección de la dignidad humana, ha sido escuchada y representada en la decisión de hoy”, afirma Sophia Kuby, directora ejecutiva del EDW.
Argumentos para un rechazo
Cabe recordar que el propio Observatorio Europeo para la Dignidad, a través de una ‘Recomendación para la acción’ difundida recientemente, explicaba los principales argumentos para rechazar el informe Estrela:
* Propone la restricción del derecho a la objeción de conciencia, porque es un obstáculo para establecer un supuesto “derecho al aborto”. Sin embargo, la objeción de conciencia es un derecho reconocido internacionalmente; es la libertad fundamental de no participar en una práctica contraria a la conciencia dentro de los límites prescritos por la ley. Esta libertad debe ser preservada.
* Propone el reconocimiento de un llamado “derecho al aborto”. Pero, no puede citarse ningún tratado vinculante ni norma consuetudinaria internacional vinculante que pueda citarse, con un mínimo rigor, para establecer o reconocer ese supuesto derecho. Un “derecho al aborto” sería incompatible con el derecho fundamental a la vida de cada ser humano.
* Pretende fabricar la idea de que el aborto es “un asunto de aborto concerniente a los derechos humanos” que en los Estados debería ser “legal, segura y accesible a todos”. Ahora bien, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sido claro sobre el derecho a la vida, estableciendo que el embrión humano merece protección legal desde el primer momento de su existencia. Por otra parte, la Declaración de la ONU de los Derechos del Niño establece que cada niño tiene el derecho a la protección jurídica tanto antes como después del nacimiento.
* El informe Estrela supone una intromisión indebida del Parlamento Europeo en la cuestión del aborto. Hechos: existen numerosas declaraciones explícitas de la Comisión Europea y el Consejo Europeo en el sentido de que la UE no tiene competencia, de acuerdo con sus tratados, para abordar la cuestión del aborto. La UE no debe apoyar a ninguna autoridad u organización que promueva, apoye o participe en cualquier acción que implique el aborto.(EWTN)
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Firme advertencia sobre las competencias del Parlamento
«No hay que engañarse». Con esta expresión comienza la breve nota de los obispos acreditados ante la Unión Europea (Comece) con respecto a la primera sesión de voto sobre el documento titulado “Salud y derechos humanos y reproductivos”, en el que se incluye un apartado sobre la interrupción de los embarazos.
«El aborto no es una competencia de la UE», afirman los obispos europeos citando el artículo 168 del Tratado sobre el funcionamiento de la Unión Europea en el que se lee que su acción «respeta las responsabilidades de los Estados miembros en la definición de sus políticas sanitarias y en la organización y provisión de servicios sanitarios y asistencia médica. Las responsabilidades de los Estados miembos individuales incluyen la gestión de los servicios sanitarios, la asistencia médica y la asignación de los recursos».
«En muchos de los Estados miembros de la Unión Europea –se lee en la nota de los obispos– el aborto es ilegal. Teniendo en consideración la dignidad humana y la convicción de que el derecho a la vida es absoluto, el aborto, en algunos países está prohibido por la ley. La UE debería respetar estas realidades y no interferir con las decisiones que no entran en su ámbito de competencia».
Es más, los obispos de la Comece «deploran el hecho de que la Relación que sometida hoy al voto pueda acabar, a la larga, por confundir a los ciudadanos europeos sobre las competencias de la Unión». Y, con las elecciones del Parlamento europeo en el horizonte, los ciudadanos necesitarían garantías sobre el respeto de las competencias jurídicas de la Unión Europea, sin confundir a la población.
El año pasado, los obispos de la Comece publicaron un documento sobre las cuestiones que se están discutiendo ahora en Bruselas. El texto se llamaba “Salud sexual y reproductiva”, y su objetivo era el de ofrecer «recomendaciones» a los legisladores.
