Monseñor Georg Gaenswein afirmó este martes, en una entrevista con el diario Messaggero de Roma, que el Papa emérito Benedicto XVI "sabe que cada palabra pública suya podría atraer la atención, y que cualquier cosa que diga podría ser leída a favor o en contra de su sucesor".
"Por lo tanto, no intervendrá públicamente. Afortunadamente entre él y Francisco hay una relación de sincera estima y afecto fraterno", agregó Gaenswein, prefecto de la Casa Pontificia y secretario del papa emérito. Joseph Ratzinger "nunca se entrometió y no se entromete en el gobierno de la Iglesia, no forma parte de su estilo", precisó, explicando que no hay "para nada" el riesgo de tener un Papa y un antipapa en el Vaticano.
Gaenswein admitió que su papel, a caballo entre el nuevo Papa y el anterior, es un "buen desafío" y que hubo "algunas dificultades", pero entretanto "las olas se calmaron". También recordó el tiempo entre el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI y la partida del Vaticano: "No olvidaré nunca cuando apagué las luces del apartamento pontificio con lágrimas en los ojos".
"Benedicto y Francisco -explicó luego- son personas con estilos y personalidades distintas. Alguien quiso interpretar tales diferencias en modo antitético, pero no es así".
Sobre la salida del entonces presidente del Instituto para las Obras de la Religión (IOR), Ettore Gotti Tedeschi, dijo que Benedicto XVI "lo estimaba y lo quería, pero por respeto a las competencia de quien tenía responsabilidad eligió no intervenir en ese momento".
"Sucesivamente, por motivos de oportunidad, incluso si nunca recibió a Gotti Tedeschi mantuvo contacto con él de modo adecuado y discreto", concluyó Gaenswein. (Valores Religiosos)