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Templeton 2015 para Jean Vanier
11 - 03 - 2015 - CULTURA - Grandes Personajes

Jean Vanier fundó la comunidad de El Arca y del movimiento Fe y Luz, y vive desde hace cincuenta años en primera línea en la asistencia a los discapacitados mentales. Acaba de ganar la edición 2015 del premio Templeton, uno de los galardones más prestigiosos del mundo destinados a las personalidades religiosas. En el pasado, el reconocimiento fue otorgado a personalidades como la Madre Teresa de Calcuta, Aleksandr Solzhenitsyn o Desmond Tutu.

Laico católico de orígenes canadienses que nació en 1928, Vanier, desde que era un joven oficial de la Marina que buscaba una vida evangélica al servicio de la paz, decidió en 1964 ir a vivir a Trolsy, en la campaña francesa, para acoger en su casa a dos discapacitados mentales. Fue así como nació la experiencia de El Arca, una red de comunidades que se convirtió muy pronto en uno de los testimonios cristianos más significativos sobre el respeto de la dignidad de las personas afectadas por graves discapacidades mentales. Hoy El Arca cuenta con 147 comunidades residenciales en 35 países del mundo. Si se consideran además los grupos de Fe y Luz, el movimiento fundado por Vanier para promover la fraternidad entre los discapacitados, son más de 1,500 en 82 naciones. Lo que ofrece El Arca no es simplemente asistencia, sino un camino que considera a los discapacitados mentales como un valor que debe ser custodiado dentro de la Iglesia y de la sociedad. Esta idea, marcada por el descubrimiento cotidiano de la riqueza de muchas vidas concretas en esta periferia existencial, es el argumento de más de treinta libros escritos por el mismo Vanier y que se han convertido a lo largo de los años en “best-seller” de espiritualidad.


Partiendo justamente de las fragilidades, el fundador de Fe y Luz (que fue durante varios años miembro del Pontificio Consejo para los Laicos), ha afrontado la pregunta sobre qué significa ser «plenamente humanos». «Antes de ser cristianos, judíos o musulmanes –fue su respuesta en el mensaje de agradecimiento por haber recibido el prestigioso premio–, antes de sufrir una discapacidad visible o invisible, todos somos seres humanos con un corazón capaz de amar».