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Tres claves de los nuevos cardenales anunciados por el Papa Francisco
05 - 01 - 2015 - VATICANO - Organismos

El anuncio de veinte nuevos cardenales por parte del Papa Francisco constituye un paso importante en la reforma que está promoviendo este pontificado.  “Se confirma que el Papa no se considera vinculado a la tradición de las ‘sedes cardenalicias’, que se debía a motivos históricos en varios países, motivo por el cual el cardenalato era considerado casi ‘automáticamente’ como ligado a esas sedes”, explicaba el  vocero papal.

Avanza la reforma de la Curia Romana

En las vísperas del cónclave del que salió elegido como sucesor de Pedro Jorge Bergoglio, gran parte de los cardenales había pedido subrayar el papel de la Curia Romana de servicio (no de poder), en función del ministerio de comunión que desempeña el Papa.

En el anuncio de los nuevos cardenales, ante todo salta a la vista que en esta ocasión sólo uno de los quince cardenales que podrían ser electores en un posible cónclave (por tener menos de ochenta años) procede de la Curia Romana.

Estamos hablando del arzobispo Dominique Mamberti, actual prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, quien hasta hace poco tiempo había sido secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados.

El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi S.J., en una nota explicativa deja muy claro que se trata de una decisión del Papa dictada por dos motivos. Ante todo, porque “actualmente los cardenales ‘romanos’ son alrededor de una cuarta parte de los electores”.

A partir de ahora, aclara el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, “el Papa piensa considerar como responsabilidades propias de los cardenales las de los prefectos de las Congregaciones y pocas otras instituciones importantísimas de la Curia, como en este caso el Tribuna de la Signatura Apostólica”.

Quedan excluidos de este reconocimiento, por tanto, los presidentes de los Consejos Pontificios y de otros organismos de la Curia Romana. Por otra parte, estas realidades están llamadas a evolucionar y fusionarse con la reforma de la Curia que en estos momentos está promoviendo el Papa, asistido por el Consejo de nueve cardenales.

El final de los privilegios geográficos

Los nombres de los futuros cardenales muestran también el final de un tradicional criterio que seguían los pontífices en la elección de los cardenales: el países y las ciudades de particular importancia para la Iglesia y el mundo.

“Se confirma que el Papa no se considera vinculado a la tradición de las ‘sedes cardenalicias’, que se debía a motivos históricos en varios países, motivo por el cual el cardenalato era considerado casi ‘automáticamente’ como ligado a esas sedes”, aclara el padre Lombardi.

Para confirmar este criterio, el Papa ha decidido nombrar cardenales a Arzobispos u obispos de sedes que el pasado no han tenido cardenales. Este es el criterio que ha seguido para Italia, España, México...

El Papa ha nombrado cardenales a ciudades que nunca habían tenido a un arzobispo con esta dignidad: es el caso de monseñor Ricardo Blázquez Pérez de Valladolid (España), de monseñor Alberto Suárez Inda, Arzobispo de Morelia (México), y los pastores de las diócesis italianas de Ancona-Osimo y Agrigento.

Los periodistas habían previsto, antes del anuncio de los cardenales, el posible nombramiento de dos o tres cardenales estadounidenses. El padre Lombardi ha aclarado que “no hay nuevos cardenales de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), pues su número ya es consistente y ha permanecido estable desde el año pasado”.

Universalidad: la llegada de las periferias del mundo

Pero el criterio más claro que puede percibirse en la lista de los nuevos cardenales es el de la universalidad de la Iglesia, que en el lenguaje del Papa Francisco significa, además, llegar hasta las periferias del mundo.  

El padre Lombardi ha subrayado que en la lista “se aprecia la presencia de países que nunca hasta ahora habían tenido un cardenal (Cabo Verde, Myanmar…), de comunidades eclesiales pequeñas o en situaciones de minoría. El obispo de Tonga es presidente de la Conferencia Episcopal del Océano Pacífico; la diócesis de Santiago de Cabo Verde es una de las diócesis africanas más antiguas; la diócesis de Morelia, en México, es una región flagelada por la violencia”.

Entre los nuevos 15 cardenales electores 5 son de Europa, 3 de Asia, 3 de América Latina, 2 de África y 2 de Oceanía.

Por último, el padre Lombardi ha explicado que el criterio que ha seguido el Papa para elegir a los cardenales que no serán electores en un cónclave (pues ya han cumplido los 80 años) es representativo: se trata de obispos que se han destacado por entregar su vida al servicio de sus comunidades.

“El nombramiento cardenalicio quiere ser, por tanto, un reconocimiento simbólico de algunos, pero que reconoce los méritos de todos”.

El nuevo cardenal más joven de la Iglesia tiene 53 años, es el arzobispo de Tonga, monseñor Soane Patita Paini Mafi; el más anciano, con 95 años, es el arzobispo emérito de Manizales. (Colombia), José de Jesús Pimiento Rodríguez, de Manizales.(Jesús Colina-ALETEIA)