Ha resultado un viaje agotador para Bergoglio, al que se le nota visiblemente cansado. Flanqueado por sus maestros de ceremonias, y por el secretario de Estado, Pietro Parolin; y el patriarca de Jerusalén, Faouad Twal, Francisco reivindica el lugar "donde Jesús vivió su última cena con los apóstoles, donde el espíritu santo se posó sobre la virgen y los apóstoles. Aquí nació la Iglesia". No hubo ninguna reivindicación territorial. Sólo espiritual. "Aquí nació la Iglesia".
"De aquí partió el espíritu de amor en el corazón", señala el Papa, quien recuerda que en este lugar también, "Jesús resucitado, enviado por el Padre, comunicó a los apóstoles su espíritu y con su fuerza les envió a renovar la faz de la Tierra".
"Debemos custodiar la memoria de lo que aquí ocurrió"
Algunas palabras del Papa
El Cenáculo nos recuerda el servicio, el lavatorio de pies que hizo Jesús como ejemplo a sus discípulos. Lavarse los pies unos a otros significa aceptar, amarse, servirse unos a otros. Servir al pobre, al enfermo, al excluido, al que me es antipático, al que me fastidia
El Cenáculo nos recuerda, con la Eucaristía, el sacrificio. Jesús se ofrece por nosotros al Padre
No dejemos de servir, dice Jesús a los doce
El Señor se rinde a sus amigos, se confía a la voluntad del Padre y se da.
Esta experiencia del cristiano, en modo particular del sacerdote: hacerse amigo del señor Jesús
Jesús no nos deja, no nos abandona nunca. Nos precede en la casa del Padre y nos hará ir allí con él.
Pero el Cenáculo también recuerda la mezquindad, la curiosidad, la traición...
Es aquí donde uno de nosotros, cuando tratamos mal al prójimo, con nuestro pecado traicionamos a Jesús
El Cenáculo recuerda la fraternidad, la armonía, la paz entre nosotros. Cuánto amor, cuánto bien, sale del Cenáculo. Cuánta caridad surge de aquí, como el río cuando sale de la fuente.
Todos los santos han salido de aquí. El gran río de la santidad de la Iglesia siempre tiene origen aquí, del corazón de Cristo, de la Eucaristía, del Santo Espíritu.
El Cenáculo recuerda el nacimiento de la nueva familia, la Iglesia. Nuestra Santa Madre Iglesia jerárquica, constituida por Jesús resucitado. Una familia que tiene una madre, la Virgen María
Una Iglesia que lucha y con fuerza para caminar y renovarse, a través de las fatigas las pruebas de la vida
Somos invitados todos los fieles de Dios, de todo pueblo y lengua, todos hermanos e hijos del único Padre que hay en el cielo. Este es el horizonte del Cenáculo
De aquí parte la Iglesia, animada por el espíritu.
Una renovada efusión del Espíritu santo
Ven Espíritu y renueva la faz de la Tierra
(RELIGION DIGITAL)