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Bartolomeo I y Coca-Cola visitan al Papa
24 - 05 - 2014 - INTERRELIGIOSO - Ortodoxos

Será el manager de la Coca-Cola quien acompañe a Bartolomeo I durante el encuentro de mañana en Jerusalén con Papa Francisco en el Monte de los Olivos. De orígenes turcos, protagonista de importantes eventos sociales para los “vip” de los Estados Unidos , es un convencido defensor de la receta de la globalización para resolver los conflictos y garantizar el desarrollo. Kent se adjudica con la decisión de Bartolomeo I un éxito de imagen que premia su característica más conocida: ser un importante filántropo.Entrevista a Bartolomeo.

En particular, Kent está comprometido en la reconstrucción del orfanato para niños greco-ortodoxos en Buyukada, en la ciudad de Estambul, que había sido clausurado en 1964 y ahora, después de una larga disputa legal, pertenece nuevamente al patriarcado ortodoxo. Para Kent, se trata de una obra de beneficencia con un elevado valor simbólico, pues pretende ayudar a los niños griegos en Turquía; para el patriarcado, en cambio, representa la vocación de reunir más almas alrededor de la Iglesia ortodoxa.

El padre Dositheos, portavoz del patriarcado, fue quien dio la noticia de la participación del manager de la Coca-Cola en la pequeña delegación que acompañará a Bartolomeo I durante su visita a la sede de la nunciatura en Jerusalén. El vocero ortodoxo precisó que también se reunirá con Papa Francisco Theodore Angelopuolos, que es también un importante empresario, pero griego, hijo Panayotis Angelopoulos, a quien se debe la reconstrucción de la sede del Patriarcado den Estambul, concluida en 1989 en el mismo lugar en donde el edificio original fue devorado por las llamas en 1941. Kent y Angelopoulos estarán al lado del patriarca ortodoxo de Constantinopla también durante la celebración de la misa en el Santo Sepulcro.(VATICAN INSIDER)

 

Entrevista al Patriarca Ecumenico Bartolomeo

En 1964 inició un camino «que ya no se puede detener»: aún no hemos llegado «a la meta de la unidad de los cristianos», pero desde aquel momento «hemos aprendido a perdonarnos los unos a los otros por los errores y la desconfianza del pasado, y hemos dado pasos importantes hacia el acercamiento y la reconciliación».

Ahora «ha llegado el momento de seguir adelante -afirma Bartolomé, Patriarca ecuménico de Constantinopla- y con el Papa Francisco daremos precisamente un buen paso hacia adelante». Una convicción que el Patriarca conserva desde el momento en que se encontró con el Pontífice con ocasión de las celebraciones para el inicio del ministerio petrino. Por ello propuso conmemorar juntos el quincuagésimo aniversario del «histórico abrazo de Jerusalén». De los frutos que él espera de este encuentro Bartolomé habla en la entrevista concedida a nuestro periódico en vísperas del inicio del viaje a Tierra Santa.

El Papa Francisco sigue los pasos de Pablo VI cincuenta años después. En este período se pasó del «diálogo del amor» al «diálogo de la verdad». ¿Y ahora cómo podrá seguir el camino con vistas del horizonte final?

No cabe duda de que el histórico encuentro entre nuestros venerables predecesores, el Patriarca ecuménico Atenágoras y el Papa Pablo VI -que la Iglesia católica romana beatificará dentro de poco-, marcó un nuevo inicio en las relaciones entre el catolicismo romano y la ortodoxia. Es bueno recordar que ese encuentro seguía a todo un milenio de desconfianza recíproca y de distanciamiento teológico entre nuestras dos grandes tradiciones. No obstante nuestra historia común de Escritura y Tradición, nuestras dos Iglesias corrían el riesgo de ser dañadas por el aislamiento y la autosuficiencia, habiendo seguido caminos diferentes desde el siglo XI. El encuentro en Jerusalén, el 5 de enero de 1964, fue un punto de partida extraordinario para el largo camino de reconciliación y de diálogo, que las generaciones sucesivas fueron llamadas a seguir. Mirando atrás, a los últimos cincuenta años, podemos dar gracias a Dios por lo que se ha realizado tanto en el «diálogo de amor» como en el «diálogo de la verdad». El espíritu de amor fraterno y respeto recíproco ha ocupado el lugar de las viejas polémicas y las sospechas.

Hay mucha expectativa por este encuentro. Muchos tienen concretas esperanzas para un decisivo paso hacia delante que conduzca a superar los obstáculos que todavía se interponen a la unidad entre los cristianos. ¿Cuáles son sus expectativas y esperanzas?

Hoy, aún más que hace cincuenta años, existe una necesidad urgente de reconciliación, y esto hace de nuestro próximo encuentro con el Papa Francisco en Jerusalén un acontecimiento de gran significado. Naturalmente sólo se trata -como debemos humildemente comprender y admitir- de un primer paso para ir al encuentro del mundo, como afirmación de nuestro deseo de aumentar los esfuerzos a favor de la reconciliación cristiana y pacífica. Esto demostrará, sin embargo, nuestra disponibilidad y responsabilidad común en el progreso por el camino preparado por nuestros predecesores. Por lo tanto, como líderes eclesiásticos y espirituales, nos encontraremos para dirigir un llamamiento y una invitación a todas las personas, independientemente de su fe y virtud, para un diálogo que, en el fondo, está orientado al conocimiento de la verdad de Cristo y a gustar la inmensa alegría que acompaña el encuentro con Él. Sin embargo, en último término, esto es posible sólo colmando la separación interior que hay entre unos y otros y a través de la unidad de toda la gente en Cristo, que es la auténtica plenitud del amor y la alegría.(RELIGION DIGITAL)