El obispo de Canarias, sobre la crisis migratoria
06 - 05 - 2021 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros
“Para un cristiano, el migrante es ante todo un hijo de Dios, un hermano con una vida marcada por el dolor y el sufrimiento, que busca la esperanza de una vida mejorâ€. (Fuente: Infovaticana)
José Mazuelos Pérez es el obispo de Canarias desde julio de 2020, aunque tomó posesión de su cargo en octubre de ese año. Su llegada a la diócesis coincidió con una llegada de inmigrantes a las islas de dimensiones estratosféricas, que han puesto en un aprieto a las autoridades insulares en los últimos meses. El diario Avvenire ha entrevistado al prelado español con la crisis migratoria como telón de fondo.
“Debemos tener el coraje de decir la verdadâ€, dice el prelado cuando le preguntan a qué se debe el aumento del flujo migratorio hacia las islas. “La injusticia del comercio internacional, el hambre, las guerras inducidas en paÃses ricos en minerales, los regÃmenes polÃticos dictatoriales que saquean y reprimen a su pueblo, las persecuciones polÃticas y religiosas, las mafias internacionales, el uso de los flujos migratorios como forma de presión polÃticaâ€, asegura.
“La necesaria regulación de las migraciones implica el deber de abordar las causas, en cambio optamos por luchar contra estas personas y no contra los factores de presiónâ€, señala Mazuelos.
Para el obispo de Canarias es fundamental “crear posibilidades concretas en los paÃses de origen para vivir con dignidad y, al mismo tiempo, en los de destinoâ€. “Salvar vidas y al mismo tiempo no eludir las responsabilidades propias hacia los paÃses de origenâ€, advierte.
“La Unión Europea y el Estado español deben entender que no se pueden crear guetos insulares. Como dice el Papa Francisco, en los paÃses de destino se debe buscar el justo equilibrio entre la protección de los derechos de los ciudadanos y la garantÃa de acogida y asistencia a los migrantesâ€, explica Mazuelos.
Pare el prelado, bastarÃa con que se tomase en serio al Papa “que señala algunas ‘respuestas esenciales’ especialmente para quienes huyen de ‘graves crisis humanitarias’: aumentar y simplificar la concesión de visados; corredores humanitarios abiertos; garantizar vivienda, seguridad y servicios esenciales; ofrecer oportunidades de trabajo y formación; promover la reunificación familiar; proteger a los menores; garantizando la libertad religiosa y promover la inclusión socialâ€.
“Para un cristiano, el migrante es ante todo un hijo de Dios, un hermano con una vida marcada por el dolor y el sufrimiento, que busca la esperanza de una vida mejorâ€, asegura Mazuelos. “No podemos permanecer ajenos a su dolor o indiferentes cuando se trata de apreciar la extraordinaria contribución de quienes llegan a nuestras sociedades envejecidas. Tampoco podemos ignorar la complejidad de este dramaâ€, señala el obispo español.
El prelado pide a los fieles que ofrezcan un testimonio de “fraternidad y ciudadanÃa al acoger, cuidar y promover a quienes llegan†e impulsar “polÃticas contra las causas de tanto sufrimientoâ€. “Nuestras parroquias se han convertido en lugares de acogida, la gente aún conserva el espÃritu de solidaridadâ€, asegura. “Más de una vez hemos visto a la gente de nuestras islas sumergirse en el mar para salvar a los migrantes que corren el riesgo de ahogarseâ€, indica el prelado.
Mazuelos advierte que en Madrid “deben entender que aquà se está jugando con fuegoâ€. “Porque en tiempos de pandemia, con una crisis que ha sumido a tantas familias en la pobreza, es fácil que alguien alimente la ira y la use como arma polÃtica. Y los migrantes se convierten en blanco de estos sentimientosâ€, alerta.
“Los gobiernos de Europa y de Madrid deben actuar con rapidez para aliviar la presión sobre nuestras islas, nosotros solos no podemos hacerlo y las consecuencias pueden ser muy gravesâ€, advierte el obispo de Canarias.
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