En las últimas dos décadas el número de católicos ha ido disminuyendo, en proporción, en un 5%: actualmente, los católicos son el 77.8% de la población -la población de México es de 127 millones-, mientras otras religiones crecen ligeramente. Del año 2000 al 2010, la disminución de los católicos coincidió con el aumento de protestantes y ateos. Entre 2010 y 2020, la disminución de los católicos se dio a la par de un aumento del número de ateos. El alejamiento de los jóvenes es otra de las críticas que emitió el nuncio apostólico porque la mitad de los mexicanos tiene menos de 30 años. “Somos un país joven… sin embargo, no podemos decir que la mitad de quienes participan en nuestras asambleas litúrgicas sea compuesta por jóvenes de menos de 30 años”, dijo. En los últimos 20 años la población en México aumentó casi un 30%, pero el número de los bautizados ha disminuido un 18%. Coppola calificó de “dramática” la caída de los matrimonios religiosos: en 1998 se celebraron casi 431.000; en 2018 fueron 229.000. El nuncio les recordó que la disminución de seminaristas, en los últimos 20 años, ha sido de casi el 20%, acentuada sobre todo en el último decenio. Esto se confirma en las ordenaciones sacerdotales, que durante los últimos 20 años han sido 30% menos. Los sacerdotes diocesanos, indicó Coppola, han crecido un 30% en los últimos 20 años, pero los religiosos han disminuido en menos del 10% y además han reducido su presencia entre la población. Pero “aún peor” es la presencia de las religiosas, que “son tan pocas”. Además, su presencia ha disminuido en más de una cuarta parte. Franco Coppola fue claro: “La disminución de la población católica en esta tierra guadalupana es sumamente preocupante”. “Estamos constatando ahora, con mayor claridad, cuánto en los últimos decenios la formación en la fe no ha logrado penetrar a fondo en los bautizados”, añadió. “Un pueblo católico, fiel y devoto a Santa María de Guadalupe. No es una de las cien ovejas las que hemos perdido… ¡es una cuarta parte de las ovejas!”, dijo. Es evidente, añadió, que “nuestros métodos tradicionales hoy no funcionan, ni pueden funcionar en prácticamente ninguna de las áreas de la evangelización”, indicó a los obispos el nuncio en México.