Este hecho es otro de la larga serie de ataques a la Iglesia en el país más populoso de África. El sacerdote se preparaba para partir a la misa crismal, cuando comenzó un ataque. “El P. Ferdinand salió a investigar la causa de la conmoción. Le dispararon en la cabeza mientras trataba de ponerse a cubierto después de ver a hombres armados”, señaló el canciller de la diócesis. Estos hombres que atacaron la parroquia también asaltaron la comunidad e incendiarios varias casas. El P. Ngugban era joven, había sido ordenado en el 2015.