El obispo Ronald Fabbro, de la Diócesis de Londres, en la provincia canadiense de Ontario, advierte en un mensaje oficial que quienes no cumplan sus estrictos decretos para luchar contra la supuesta pandemia se enfrentarán a la ‘persecución’ e incluso al cierre de sus iglesias. Estas medidas van más allá de las ya de por sí estrictas normas que imponen las autoridades estatales y provinciales. Así, mientras que las normas seculares eximen de llevar mascarillas a quienes sufran condiciones sanitarias que lo justifiquen, sin necesidad de tener que acreditarlo documentalmente, Fabbro prohíbe en las celebraciones eucarísticas de sus parroquias que asistan fieles sin mascarillas que no lo hayan justificado previamente. “Quienes pretendan quedar exentos de llevar mascarilla en nuestras iglesias deben llevar a su párroco, antes del 1 de enero de 2021, pruebas aportadas por su médico… que acrediten su condición”, asegura la comunicación episcopal. E incluso esos exentos certificados deberán llevar la mascarilla, al menos, al entrar y al salir de la iglesia, oponiéndose así a las directivas de las autoridades sanitarias de Ontario. Comunica el obispo a los sacerdotes, informa LifeSiteNews, que quienes persistan en no llevar mascarillas “deben ser informados por correo certificado que no se les permitirá la entrada en el templo si vuelven a presentarse de nuevo”. “Quizá sea conveniente informar a esas personas que se darán a conocer sus nombres a los ujieres de las Misas [quienes reciben a los fieles a la entrada], de modo que su presencia sea detectada. Hay, por tanto, que informar a los ujieres. Esta directiva se aplica igualmente a quienes se quiten las mascarillas una vez se han sentado en los bancos. Tras una cortés advertencia, si es rechazada, se les notificará su exclusión por correo”.