Cardenal Müller: Nuevamente, claras y fuertes declaraciones
17 - 11 - 2020 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros
Con ocasión del lanzamiento de su libro La force de la verité (La Fuerza de la Verdad), el Cardenal Gerhard Müller mantuvo un diálogo con Laurent Dandrieu de Valeurs Actuelles, del cual recogemos algunos extractos. (Fuente: Gaudiumpress)
En la conclusión de la obra el Cardenal Müller reproduce su “Manifiesto de y por la feâ€, lanzado el año pasado. El purpurado da la razón:
“El Manifiesto contiene en efecto las verdades más importantes que todo católico deberÃa conocer, pero infelizmente no es el caso con todo el mundo. Él indica igualmente que los obispos, y los sacerdotes deben predicar sobre todo de la Trinidad, la Encarnación, los sacramentos, Cristo a quien debemos seguir y la vida eterna. No es sino después que se puede hablar de medio ambiente, del clima y del tema de la inmigraciónâ€.
“La Iglesia no tiene la misma misión que el Estado de vigilar el bien temporal de los ciudadanos, aunque en ese dominio también ella enuncie los fundamentos morales de la polÃtica. Jesús ha enviado a los apóstoles al mundo para anunciar el Evangelio del reino de Dios y permitir a aquellos que creen ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del EspÃritu Santoâ€.
Cortesanos y aduladores en torno al Papa
El Cardenal alemán habló de “cortesanos†y “aduladores†en torno al PontÃfice, que tienen una concepción errada del Papado.
Estos, que inclusive pueden ser también ateos o agnósticos, “consideran de repente las iniciativas polÃticas o sociales del Papa Francisco casi como una palabra de Dios, que nadie puede contradecirâ€.
“Ellos piensan que nadie puede contradecir sus ideas sobre el nuevo mundo, incluso si ellas no resisten un examen racional. La autoridad magisterial del Papa y de los concilios se refiere a las verdades reveladas, pero también a las verdades naturales (metafÃsicas y morales) únicamente en la medida en que ellas son indispensables a la comprensión de la Revelación. La palabra del Papa es importante para hablar a la conciencia social y moral de los polÃticos. Pero el Papa y los obispos no existen sino como servidores de Cristo y mediadores de la salvación eterna en la predicación y los sacramentos de la Iglesia, no como representantes de un programa polÃtico e ideológicoâ€.
Acerca del tema de la inmigración, recuerda el Cardenal Müller que “los obispos africanos son opuestos a la emigración de sus jóvenes, pues esta trae un grave perjuicio a sus paÃses. Europa no puede resolver el caos demográfico resultante de la ausencia de natalidad por una inmigración de los pueblos, como lo querrÃa la nomenklatura de Bruselasâ€.
Además “los obispos europeos tienen igualmente una responsabilidad con relación a la cultura cristiana de los paÃses del Occidente cristiano. Ellos deben testimoniar el Evangelio del Reino de Cristo junto a aquellos que viven aquà y a los nuevos que llegan. Ellos deberÃan reflexionar en la misión de Cristo, y no pretender darse una postura de pseudo-polÃticos moralizadoresâ€.
Sobre las medidas en épocas de pandemia
“Es claro que hacemos todo para evitar la infección. Pero un bloqueo total de la vida social, cultural y religiosa, jamás ha sido justificada. No existe seguridad absoluta en este mundo contra la enfermedad, los accidentes y sobre todo la muerte, que nos llegará a todos un dÃa. Es irresponsable de parte de los obispos cerrar las iglesias e interrumpir la administración de sacramentos. Sobre todo en tiempos de crisis, tenemos necesidad de las palabras del Buen Pastor para reconfortarnos y esclarecernos. Igualmente debemos mostrar que nosotros, en tanto que sacerdotes de Cristo, tememos menos por nuestra vida que ver a alguien quedar sin los consuelos de Cristo en los sacramentosâ€.
Sobre el ‘camino alemán’
Duras palabras dedicó también hacia algunos prelados de la Iglesia alemana embarcados en el “camino sinodal†que hace curso en su paÃs:
“Ellos piensan que son los espÃritus más inteligentes y más modernos del mundo. ¿Y qué habrÃa de mejor en el mundo que adoptar el ‘modelo alemán’ en la Iglesia y la polÃtica? Es la paradoja del arrogante, que no se da cuenta hasta qué punto es limitado. El problema es que allÃ, en su situación local, no se dan cuenta hasta qué punto se han alejado de la catolicidad de la Iglesia y sobre todo que sólo Cristo es el maestro de la Iglesia y que él no cede su soberanÃa divina a los ideólogos de una nación. La Iglesia no se renueva conformándose al espÃritu del mundo, sino por el espÃritu de Cristoâ€. (SCM)
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