¿Qué le pasa al episcopado occidental con la pandemia, que están yendo mucho más lejos en las restricciones que los propios gobiernos, llegando a decretar lo que parece chocar con la conciencia de los fieles. En el caso de Inglaterra y Gales, han soportado de buen grado el cierre de las iglesias cuando ya habían abiertos pubs y otros locales públicos, y medidas de seguridad que no se guardan en muchos otros espacios.
“Estamos convencidos de que hay una obligación moral de garantizar la cobertura de vacunación necesaria para la seguridad de los otros”, se lee en la nota. “Esto es especialmente importante en el descubrimiento de una vacuna contra la Covid-19”.
Ciertamente, la nota señala que “la Iglesia se opone a la producción de vacunas que usan tejidos derivados de fetos abortados”, pero añade que “la Iglesia enseña que la importancia esencial de la salud de un niño y otras personas vulnerables podría permitir a los padres el uso de una vacuna” de este tipo.