El Prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, el cardenal Peter Turkson, ha concedido una pequeña entrevista al medio de comunicación del Vaticano Vatican News, en la que habló sobre las protestas que se están extendiendo en los Estados Unidos debido al homicidio de George Floyd el pasado 25 de mayo en Minneapolis.
El entrevistador, Devin Watkins, pregunta al cardenal Turkson su opinión acerca de esta situación y del papel que puede desempeñar la Iglesia. “Esta es una protesta contra el racismo”, señala el purpurado, que asegura que es un fenómeno, “muy extendido”, que no se “limita” a los Estados Unidos.
Como Iglesia, “esto va en contra de los fundamentos de nuestra concepción de la persona humana desde su creación”, explica el cardenal ghanés. Somos creados a imagen y semejanza de Dios, afirma el prelado, y toda persona “está imbuida de la dignidad humana que es preciosa a los ojos de Dios y que no le es conferida por ninguna persona humana”. Estamos llamados a “reconocerlo y promoverlo”.
El presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, reflexionando sobre esta situación, dice Turkson, “explica que los disturbios en las ciudades de los Estados Unidos reflejan la justificada frustración de millones de hermanos y hermanas que, aún hoy, experimentan humillación, mortificación, desigualdad de oportunidades simplemente por el color de su piel”.
“La cuestión del racismo es que creamos diferencias en la diversidad, cuando debería ser un enriquecimiento. Pero por una razón u otra, no todas las formas de diferencia son toleradas por la persona humana”, dice el purpurado.
El entrevistador menciona las protestas, que “por desgracia”, algunas están “al borde de la violencia” y añade que el hermano de Floyd dijo que la ira debe ser canalizada en una acción civil no violenta. “La Iglesia no puede evitar compartir la posición del hermano de George Floyd, y probablemente iría un paso más allá”, responde el cardenal, que asegura que la Iglesia estadounidense “está pidiendo este tipo de enfoque no violento”.
Turkson pone de ejemplo a Martin Luther King, un líder “capaz de inculcar su sentido de la no violencia en todos los que le siguieron”. “Lo que estamos viendo hoy es una explosión espontánea de la ira y los sentimientos de la gente sobre lo que está sucediendo”, señala el purpurado.
El cardenal curial comenta que iría un paso “más allá” y añadiría a la llamada a la no violencia “la llamada al perdón”. Ninguna demostración, “enojo o frustración lo traerá de vuelta”. “Sólo hay una cosa que puede ayudar a George ahora que se presenta ante Dios. Es el perdón para sus asesinos. Como lo hizo Jesús”, asegura.
El cardenal africano se anima a proponer una sugerencia para los obispos, sacerdotes, pastores y líderes de las diferentes comunidades en aquellas ciudades donde se han vivido protestas violentas: organizar un evento ecuménico e interreligioso.
“Podría tener lugar en un parque, al aire libre, y toda la gente podría reunirse para rezar. Lo único que George Floyd necesita ahora mismo es la oración: la oración cuando se presenta ante Dios”, dice. “Como Iglesia Católica, esto es lo que podemos hacer: rezar por George ahora. Y sería bueno si pudiéramos organizar un gran evento de oración para reunir a la gente. Les daría la oportunidad de expresar su ira reprimida, pero de una forma saludable, religiosa y que lleve a la curación”, concluye Turkson.
