El coronel Lincoyán Valenzuela, prefecto de Carabineros de San Antonio, explicó que “al llegar (los policías) al lugar encontraron elementos para realizar rituales satánicos: se encontraron cráneos, una cabeza de carnero, un cáliz, tablas ouijas y otros elementos que habitualmente se utilizan en estos rituales”. También había oraciones “al señor de la muerte”.

Respecto de las osamentas halladas en el lugar, el prefecto dijo que “aparentemente son cráneos humanos”. “Los peritajes de la PDI apuntan a establecer que sean cráneos y que sean reales. Por eso, Carabineros aisló el sitio del suceso para los peritajes correspondientes”, dijo el oficial.

En el primer momento se informaba de que no había personas detenidas, y con la investigación se buscaba establecer si los huesos encontrados pudieron o no ser robados en algún cementerio de la zona.

Necesario análisis de los cráneos
Efectivos de la Brigada de Homicidios de la PDI de San Antonio quedaron a cargo de los peritajes de rigor para establecer mayores pruebas y antecedentes. Mientras tanto, los restos óseos fueron derivados hasta el Servicio Médico Legal, para la realización de exámenes que permitan determinar el sexo, edad y fecha de muerte, tal como leemos en Bío Bío Chile.

El fiscal jefe de San Antonio, Osvaldo Ossandón, señaló que el objetivo de las pericias es “para ver si estos restos pertenecen a una persona en específico y determinar el rango en el que habría ocurrido el deceso, para saber de qué época histórica estamos hablando”. Así lo recoge Cooperativa. “De esa manera podemos determinar si se trató de una exhumación ilegal, es decir, de algún cementerio que haya sido violentado”, agregó.
El comisario Robinson Alarcón, jefe de la brigada de homicidios de San Antonio, dijo que tras analizar los cráneos “no se observan signos en los restos que permitan inferir la acción de terceras personas en el deceso; no obstante, será el Servicio Médico Legal el que deberá pronunciarse acerca de esa circunstancia como también sobre la edad, sexo, raza y data aproximada”.

“Los restos fueron trasladados por terceros hasta la quebrada Las Petras, por lo que la investigación en este momento por parte de detectives está focalizada en determinar bajo qué circunstancias llegaron esos restos óseos al lugar y con qué fin fueron trasladados, como así mismo lograr determinar el lugar exacto desde donde provienen esos restos”, agregó.

Conmoción en Algarrobo
La encargada de seguridad pública del municipio de Algarrobo, Verónica Cueto, contó que ayer, 13 de mayo, los funcionarios municipales desarmaron la estructura donde fueron encontrados los elementos rituales para dar más tranquilidad a los vecinos.

“Es primera vez que nos encontramos con una situación así”, dijo a Cooperativa, y explicó que una vez que concluyeron las pericias de la PDI en el lugar “despejamos y desarmamos toda la caseta que había ahí a fin de generar esa percepción de seguridad en la población porque producía una conmoción en los vecinos del sector”.

Imágenes de San La Muerte
Sin embargo, para Publimetro lo que llamó la atención fueron los libros satánicos con los que habrían realizado rituales e imágenes de yeso de “San La Muerte”, una especie de santo pagano venerado para hacer males o pedirle beneficios.

Sobre el hallazgo en la mencionada cabaña, el párroco de San Antonio, Vicente Véliz, indicó que “las imágenes encontradas en el lugar son una clara evidencia del culto a la muerte. Esta es una creencia muy arraigada en México y Guatemala. Tienen un carácter esotérico y ritualista sin que por ello signifique tener un holocausto o sacrificio, especialmente de animales”.

San La Muerte es un “santo popular” o entidad venerada en algunos lugares de Latinoamérica, pero obviamente no reconocido por la Iglesia Católica. Su imagen consiste en un esqueleto cubierto por una túnica negra y, en su mano derecha sostiene una guadaña de lata que señala la igualdad ante Dios y que a cada uno le llegará “su hora”.

Los portadores del amuleto de San La Muerte creen ser invulnerables a maleficios y desgracias y que el amuleto atrae el amor y la buena fortuna; la creencia popular se basa en pedirle rezando al “santo” y a cambio hacerle una ofrenda. Ofrendas usuales son dulces, whisky, cigarrillos, o flores.

De acuerdo a lo detallado por el diario Clarín, tal como lo recoge Tele 13, lo que diferencia a San La Muerte del resto de los santos es que a él se le puede pedir que se realice un mal o un daño. La creencia popular también invoca a este santo para atraer amor, trabajo y buena fortuna.

San La Muerte es una devoción sin fecha fija. Se lo celebra en el viernes santo de la Semana Santa católica y en el día de los fieles difuntos, a comienzos de noviembre. Pero también en tres días de agosto: el 13, el 15 o el 20. Los santuarios de San La Muerte abundan en Paraguay, en el sur de Brasil, y en provincias argentinas como Corrientes, Chaco y Misiones.