Después de misa del mediodía, salieron los frailes de la parroquia de la Porciúncula en la capital de Colombia, y junto a algunos colaboradores dispusieron unas tiendas y unas sillas e iniciaron sus rezos. Y la gente se fue acercando, se iban sentando, les era ofrecido un sencillo rosario, y se fue integrando en la oración.
El Padre Ricardo Alfonso Leaño, párroco de La Porciúncula, señaló que la actividad obedecía "a la iniciativa del Papa Francisco de salir, de acercarnos a los nuevos aerópagos, a los lugares donde está la gente, y esta plazoleta es un lugar común donde hay muchas personas".
En días anteriores, también habían salido los frailes a realizar la actividad "un café con los de café", que consistía en salir "sentarnos a tomar un café, y a escuchar la gente. Quien quería confesarse o buscar de alguna asesoría espiritual", ahí estaban los franciscanos. El mensaje seguía siendo "salgamos a las periferias", insistió el P. Leaño.