«Los conflictos violentos y las armas van juntos». Lo afirmó el representante vaticano ante la Onu de Ginebra, monseñor Silvano Tomasi, que después de la denuncia de Papa Francisco sobre el tráfico ilícito de armas como una de las causas de la crisis siria, definió como «más que nunca oportuno que el Santo Padre llame la atención del mundo sobre el tráfico ilegal de armas».
Según el nuncio apostólico, «la Comunidad internacional invierte recursos desproporcionados en gastos militares». Por ejemplo, «en 2012 se invirtieron 1.750 mil millones de dólares en gastos militares; el 8% de la cifra global va hacia el Medio Oriente». Esto, comentó mons. Tomasi. «es como aceite en el fuego».
Según el observador permanente ante la Onu de Ginebra, hay muchas personas que atizan el fuego de las crisis para poder «vender más armas». «Como dice el Papa –reveló Tomasi– intereses comerciales juegan un papel importante en el trafico de armas».
Al lado de la «ganancia de los traficantes» no se puede ignorar que existen «intereses económicos de estados que producen y venden armas, como los Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, Francia, Alemania, Israel, China y otros. Son estados en los que la industria de la producción de armas es un elemento significativo de la economía».
«El vínculo entre el complejo industrial y militar –subrayó el arzobispo– es real y tiene un peso político desproporcionado con respecto al interés del bien común de un país, sobre todo de los grandes países desarrollados». «La experiencia –aseguró Tomasi– indica que, en donde no hay democracias afirmadas, el acopio de armas (compradas con todos los medios legales e ilegales) sirve para mantener a pequeñas élites en el poder, que luego no corresponden al bien común de su gente».
En esta situación, lamentó el diplomático vaticano, «la Comunidad Internacional sigue hablando de paz», mientras «la prioridad número uno de los esfuerzos internacionales» sería facilitar todo lo que pueda construir la paz; en cambio, hay un verdadero desarrollo vinculado a la producción de armas que sostiene ciertos sectores de la economía».
Además de monseñor Tomasi, también la Cáritas italiana retomó la denuncia de Papa Francisco, al subrayar la «estrecha relación entre los mercados financieros, los intereses económicos, las guerras y la pobreza».(VATICAN INSIDER)
