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Camino a la canonización del cardenal Mindszenty
26 - 02 - 2019 - VATICANO - Causa de los Santos

Durante las sesiones de la convención sobre el "Destino de los pastores en Europa Central y Oriental", realizada en el Parlamento de Budapest, Michael Habsburg-Lothringen, presidente de la Fundación Mindszenty, agradeció al Papa el reciente decreto pontificio que reconoce el ejercicio heroico de las virtudes cristianas por parte del Siervo de Dios cardenal József Mindszenty. (Fuente: Aica)

Inmediatamente el salón de la convención, lleno de dignatarios y personalidades del mundo eclesial y de la cultura húngara, estalló con un largo aplauso.

Entre los asistentes estaba el cardenal Péter Erdö, actual arzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría, que en la tarde del miércoles 13, día del anuncio recibido con gran alegría por los fieles húngaros, condujo una breve oración de acción de gracias en la basílica romana de Santo Stefano Rotondo al Celio, de la que era titular el cardenal Mindszenty.

"De ahora en adelante, dijo el purpurado húngaro, lo llamaremos Venerable. Este es un paso importante para la beatificación, y ahora podrá ser iniciado el estudio de las gracias recibidas y de los milagros. El resultado positivo de tal examen demostrará que en la figura del cardenal Mindszenty, podemos ver no solo un ejemplo, sino alguien que puede ayudarnos con su eficaz intercesión", dijo el cardenal Erdö.

"Tras una larga espera con muchas oraciones y esfuerzos -afirmó el Purpurado-, es una gracia especial para nosotros este reconocimiento por parte de la Suprema Autoridad de la Iglesia. Estamos muy agradecidos al Santo Padre y seguimos en adelante en oración, para poder celebrar lo más breve posible en la multitud de los bienaventurados a nuestro Venerado Predecesor que, aceptando todo los sufrimientos, amó a Dios, a la Iglesia y a nuestro pueblo con inquebrantable fidelidad".

Venerable cardenal József Mindszenty
József Mindszenty nació con el nombre de József Pehm. Estudió en el seminario de Szombathely, y tras ser ordenado sacerdote el 12 de junio de 1915, pasó a ejercer su ministerio en Szombathely, Hungría, como vicario auxiliar.

En su trabajo pastoral demostró una preferencia especial por los pobres y por las almas simples, y cuidó la catequesis y la asistencia religiosa de los gitanos.

Durante la revolución comunista de Bela Kun, en 1919, fue detenido y encarcelado.

El 3 de marzo de 1944 el papa Pío XII lo nombró obispo de Veszprém, y recibió la ordenación episcopal el 25 de marzo de ese año.

Entre los años 1944 y 1945, después de haber ayudado a muchos judíos a huir de Hungría, fue hecho prisionero por los nazis.

El 2 de octubre de 1945, Pío XII lo promovió a la sede metropolitana de Esztergom, en la que permaneció hasta el 18 de diciembre de 1973.

El 18 de febrero de 1946, el mismo Papa lo creó cardenal de la Iglesia con el título de la basílica Santo Stefano al Celio.

Preso por el régimen comunista en 1949 y liberado por la Revolución Húngara de 1956, consiguió asilo en la embajada de los Estados Unidos hasta 1971.

Las autoridades comunistas húngaras le impidieron asistir a los Cónclaves de los años 1958 y 1963 en los que fueron elegidos los papas Juan XXIII y Pablo VI, respectivamente.

Por insistencia de Pablo VI, el 28 de septiembre de 1971 dejó el asilo en la Embajada de los Estados Unidos y abandonó con gran dolor su amado país.

En ocasión de su despedida dijo: "Pronto vendrá el día en que el tiempo presente será cancelado, por haber sido arrasado por la propia insipiencia. La pretensión de construir un mundo sin Dios será siempre ilusoria; y eso llevará solamente al refuerzo de la unión de la Iglesia con el pueblo y con todos los que sufren. Solo los que tienen miedo de la verdad temen a Cristo".

Carta a Pablo VI
Al dejar su Hungría por obediencia al Papa, Mindszenty escribió una carta a Pablo VI en la que se puede leer:

"Después de haber examinado en conciencia los deberes inherentes a mi dignidad de obispo y de cardenal, decidí, como prueba de mi amor ilimitado a la Iglesia, dejar la sede de la representación diplomática de los Estados Unidos.

"Deseo terminar mi vida en Hungría, entre el pueblo que tanto amo, sin que me preocupen las circunstancias externas que me esperan. Pero si esto debe ser imposible debido a las pasiones que se suscitan en torno a mi persona o debido a consideraciones superiores por parte de la Iglesia, aceptaré lo que constituye tal vez la cruz más pesada de toda mi vida.

"Estoy listo para decir adiós a mi querida patria, para seguir en el exilio una vida de oración y de penitencia. Deposito humildemente mi sacrificio a los pies de Vuestra Santidad, persuadido de que el sacrificio más grave pedido a una persona se torna pequeño cuando se trata del servicio de Dios y del bien de la Iglesia".

Después de su muerte
El cardenal József Mindszenty falleció exiliado, en Viena, el 6 de mayo de 1975. En la Audiencia General del día siguiente, el 7 de mayo de 1975, el papa Pablo VI dijo a propósito del cardenal húngaro:

"¡Singular figura de padre y pastor el cardenal Mindszenty! Ardiente en la fe, confiado en los sentimientos, inquebrantable en lo que le parecía deber y derecho. La Providencia lo colocó en el número de actores de uno de los períodos más difíciles y más complejos de la existencia milenaria de la Iglesia de su noble país. Fue y continuará siendo señal de contradicción, como fue objeto de veneración y de ataques violentos, de un tratamiento que hundió en una emoción dolorosa la opinión pública y en especial del mundo católico y que no ahorró ni su santa persona, ni su libertad".

Cuando Juan Pablo II estuvo en Hungría rezó delante de los restos mortales del cardenal Mindzenty.

En ocasión de la presentación de las credenciales del embajador de Hungría ante la Santa Sede, el 24 de octubre de 2002, Juan Pablo II trató al cardenal de "venerada memoria", como modelo a ser seguido por los católicos húngaros, verdadero testimonio de la fe durante la persecución del régimen comunista.

En 1991 su cuerpo fue exhumado y encontrado incorrupto, después de 16 años de su muerte.