"Curar a los enfermos no es simplemente la aplicación aséptica de terapias o medicamentos adecuados", porque "curar significa atención, preocupación", ser "responsable del otro, el hermano", dijo el Papa Francisco en una audiencia con participantes en un seminario sobre "Ética y gestión sanitaria".
Hablando de los cuidados paliativos, el Papa dijo: "Estamos viviendo casi universalmente una fuerte tendencia a legalizar la eutanasia", pero en cambio "sabemos que cuando se efectúa un acompañamiento humano, sereno y participativo, el paciente crónico o enfermo terminal percibe esta solicitud".
Incluso en estas circunstancias terribles, “si la persona se siente amada, respetada, aceptada, la sombra negativa de la eutanasia desaparece o se vuelve casi inexistente, como el valor de su ser se mide por su capacidad de dar y recibir amor, no por su productividad", aseguró el pontífice.
"Ponerse en las manos de una persona, especialmente cuando la vida está en juego, es muy difícil. Sin embargo, la relación con el médico o la enfermera siempre se basa en la responsabilidad y la lealtad. Hoy, con la burocratización y la complejidad del sistema sanitario, se corre el riesgo de que los términos del 'contrato' sean los que establecen la relación entre el paciente y el operador sanitario, rompiendo en tal modo la confianza".
"Debemos seguir luchando para mantener intacto este vínculo de profunda humanidad, puesto que ninguna institución sanitaria puede sustituir el corazón humano o la compasión humana", concluyó Francisco.