En el último número del World Medical Journal, la asociación creada en 1947 para poner coto a los desmanes de la experimentación nacional socialista con seres humanos, da cuenta de la revisión que se estudia sobre su «Declaración sobre el Aborto Terapeútico» y cuyo borrador ha sido distribuido entre sus miembros para recoger sus pareceres.

Uno de los puntos en los que parece haber mayor consenso, según el diario oficial de la Asociación Médica Mundial, es añadir un párrafo en el que se especifique que «esta declaración no incluye o implica ninguna consideración sobre la interrupción del embarazo llevado a cabo por cualquier otra razón distinta de la indicación médica».

Del mismo modo, la Asociación Médica Mundial ha aprobado que la toma de posición sobre el particular también modifique su título a «Declaración sobre la interrupción del embarazo médicamente indicado».

El Centro Europeo por la Ley y la Justicia (ECLJ, por sus siglas en inglés) añade más información sobre estas escuetas explicaciones de la AsociaciónMédica Mundial para señalar que se van a establecer «algunas excepciones en las que los médicos se verían obligados a cooperar directamente en abortos o incluso a realizar abortos ellos mismos». En la redacción actual de la declaración sí queda protegida la objeción de conciencia de los médicos.

El niño, sin derechos humanos
Por otra parte el ECLJ también desvela que la Asociaicón Médica Mundial prevé eliminar la frase «la AMM requiere que el médico mantenga el respeto por la vida humaan», así como la referencia al «niño por nacer».

El nuevo proyecto de declaración también define el «aborto médicamente indicado» como la «interrupción del embarazo por motivos de salud», sin mención expresa de al respeto debido a la vida humana.

Estos cambios chocan con la propia fórmula moderna del juramento hipocrático, aprobado por la propia asociación, en el que se afirma el deber de los médicos de «mantener el máximo respeto por la vida humana desde el momento de la concepción». A juicio del ECLJ, «no sólo el aborto en sí mismo viola este deber», sino que el proyecto de una nueva declaración «considera el aborto como un derecho en algunos casos».

Para que esta toma de posición no sea definitiva, aún cabe que las organizaciones médicas nacionales reaccionen con sus aportaciones antes de que se celebre la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial en Reykjavik (Islandia) entre el 3 y el 6 de octubre de 2018.