Cuando Kim pase la línea divisoria se convertirá en el primer líder norcoreano en cruzar al sur desde la Guerra de Corea, hace ya 65 años. Allí será recibido por una guardia de honor y, junto al presidente surcoreano, recorrerá a pie la distancia hasta la Casa de la Paz en Panmunjom, donde se realizará la cumbre, lugar emblemático en el que se firmó el armisticio entre ambos países en 1953. Se pretende ahora que ese armisticio se transforme finalmente, después de 65 años, en un tratado de paz.

«Esta cumbre se enfocará más en la desnuclearización y la obtención de la paz permanente que en cualquier otra cosa», dijo el jefe de gabinete presidencial surcoreano, Im Jong-seok, en una conferencia de prensa.

El resultado del encuentro sentará las bases para lo que se espera que sea la cumbre diplomática más importante en una generación, entre Kim y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que tendrá lugar en mayo o principios de junio.