No solo puede, sino que lo está haciendo, si hemos entendido bien las palabras del cardenal americano Joseph Tobien, Arzobispo de Newark, quien ha declarado públicamente que la Iglesia se está “moviendo” en la cuestión de las parejas que viven en una relación homosexual.

Respondiendo a una pregunta sobre el despido de individuos LGTBI de instituciones católicas en el curso de su intervención en la Universidad Villanova el jueves pasado, Tobin, elevado al cardenalato por Francisco, comentó: “Creo que es una cuestión muy díficil. La Iglesia se está moviendo en la cuestión de las parejas del mismo sexo”.

¿En qué sentido? No lo dijo, pero es razonable deducir, a la vista de una multitud de declaraciones, gestos e iniciativas dispersas aquí y allá en el seno de la jerarquía que no reciben censura ni réplica oficial alguna, que el sentido será más acorde a lo que es ya el dogma asentado en la sociedad laica, es decir, hacia una mayor ‘apertura’.

Tobin hizo estas declaraciones en el curso de una conferencia celebrada en la Universidad de Villanova -jesuita- la semana pasada, centrada en el quinto aniversario del pontificado de Francisco bajo el título ‘Francisco, una voz que grita en el mundo: misericordia, justicia, amor, & y cuidado de la tierra’, y las recoge el órgano de la sociedad ‘America’.