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Brandmüller sobre los protestantes que quieran comulgar
18 - 03 - 2018 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Otros

El cardenal Walter Brandmüller reflexiona sobre la decisión de los obispos alemanes de admitir, en algunos casos individuales, a los cónyuges protestantes de personas católicas a la Comunión y afirma que “un cristiano que realmente anhela la Santa Comunión y que sabe que no hay Eucaristía sin Iglesia e Iglesia sin Eucaristía, pedirá ser admitido en la Iglesia católica”. (Fuente: Infovaticana)

Tras el firme rechazo del cardenal Müller de la decisión de los obispos alemanes de admitir, en algunos casos individuales, a los cónyuges protestantes de personas católicas a la Santa Comunión, es ahora el turno del cardenal Walter Brandmüller de dar su propia opinión respecto a esta nueva decisión episcopal. El purpurado considera esta decisión de los obispos alemanes, que se aplicaría a “casos individuales”, como la “táctica salami” y un “ardid totalmente deshonesto”. El cardenal también habla del peligro de “tomar decisiones para situaciones de emergencia existencial y aplicarlas a la vida normal”, llamando a este enfoque un “engaño malvado”.

Armin Schwibach, corresponsal en Roma del portal austriaco Kath.net, ha publicado el 6 de marzo un artículo sobre el enfoque dudosamente teológico del punto de vista de los obispos alemanes en relación a la cuestión de la intercomunión. En su artículo menciona los comentarios hechos por el cardenal Walter Brandmüller –antiguo Presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas– en una reciente entrevista. El cardenal alemán denuncia, de nuevo y con firmeza, las acciones de la Conferencia Episcopal Alemana, ayudando así a los católicos a ver con claridad sus métodos y la insuficiente base teológica de su nueva iniciativa.

El cardenal Brandmüller declara, primero, que es importante discernir qué queremos decir cuando hablamos de “Iglesia”. ¿Es “una empresa para mejorar el mundo? ¿Una ONG para ayudar a la gente?”. Respondiendo él mismo a las preguntas, dice que “la ‘Iglesia’ es una realidad” que no piensa en estos términos. “La Iglesia es una obra de Dios; es la forma visible, experimentada, con la que Cristo Resucitado continua su obra de salvación en el mundo”. Tras definir la palabra “Iglesia”, el cardenal alemán define también las palabras “última cena” o “comunión”: algunos pueden pensar que tiene que ver con comida, hospitalidad o algo más. Sin embargo, “la Eucaristía, la Comunión en el sentido católico y ortodoxo significa algo totalmente diferente”. Aquí, el cardenal Brandmüller nos recuerda la transubstanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Tiene que ver “con la presencia real de Cristo en la forma visible del pan y el vino”, explica.

Por lo tanto, la Santa Comunión en este sentido significa “que el hombre redimido se une con Cristo presente en este misterio”. Por esto, dice Brandmüller, es importante recordar la advertencia de San Pablo de no comer o beber el cuerpo y la sangre de Cristo para la propia condena. “Hay que recordar esto cuando se habla sobre una admisión más laxa, según cada caso, a la Comunión”.

A continuación el cardenal Brandmüller deja muy claro lo que piensa sobre el nuevo documento de los obispos alemanes, en el que explican su nuevo enfoque en relación a la Comunión para los cónyuges protestantes de católicos: “Si ahora el documento de los obispos alemanes aborda esos casos individuales en los que esto es posible, esto es, de por sí, sólo un paso táctico hacia la intercomunión general con no católicos” [énfasis añadido]. El cardenal alemán añade: “Se puede llamar a este enfoque, ‘táctica salami’. El goteo constante horada la roca. Es un ardid realmente deshonesto para alcanzar el verdadero objetivo”.

El cardenal Brandmüller rechaza también la reivindicación de los obispos alemanes según la cual hay que dar acceso a la Santa Comunión a los cónyuges protestantes debido a su “hambre eucarística”. Llama a esta expresión “un caso construido con bastante esfuerzo”, una “construcción vergonzosamente melodramática”; sí, sencillamente, “un lloriqueo”. Declara que “un cristiano que realmente anhela la Santa Comunión y que sabe que no hay Eucaristía sin Iglesia e Iglesia sin Eucaristía, pedirá ser admitido en la Iglesia católica. Cualquier otra cosa sería dudosa y deshonesta”. La Iglesia, añade, no es “un autoservicio”, en el que uno puede elegir y coger según sus propios deseos. “En ella, ¡o coges todo o no coges nada!”, exclama el cardenal.

El cardenal Brandmüller también discute la referencia que los obispos alemanes hacen al Código de Derecho Canónico 844 § 3 y 4 sobre las situaciones de emergencia, en las que un católico ortodoxo (§ 3) o un cristiano de otra denominación (§ 4) pueden recurrir a los Sacramentos de la Iglesia cuando hay un peligro inminente de muerte o una situación de encarcelamiento, y sólo en el caso en que el cristiano en cuestión “esté dispuesto de manera adecuada”, lo que significa, “que esté libre de pecado mortal y que tenga el deseo honesto de recibir el Sacramento”, según el cardenal. Insiste en por qué esta persona “que cumple estas condiciones, y que no está en una situación de emergencia, no pide simplemente ser admitido en la Iglesia”.