El patriarca de Moscú, Kirill, indicó que no ve posible un diálogo entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y el Protestantismo, dado que "lamentablemente en lo teológico estamos en un punto muerto", al ser entrevistado por la prensa de Bulgaria, donde realizó una visita oficial del 2 al 4 de marzo pasado.

"No veo un real desarrollo positivo para los próximos años, pero la culpa no es de los ortodoxos. Nosotros siempre decimos a nuestros hermanos protestantes que es necesario ser más libres, tener más fuerza de ánimo y capaz de decir 'no' a los potentes del mundo. Las Iglesias protestantes fueron siempre detrás de la corriente de pensamiento laico y fueron siempre muy sumisos al influjo del poder laico", aseveró.

El jefe de la ortodoxia rusa precisó que "hoy las corrientes y tendencias liberales en la teología protestante son el resultado de la presión de las ideologías laicistas sobre los teólogos y sobre las iglesias, a partir de los derechos del hombre y de las libertades que presuponen el mutamiento de las relaciones entre sexos, del apoyo a las uniones homosexuales, etcétera".