“La reforma es un movimiento”, dijo el Papa en su última reunión del C9 el pasado mes de diciembre.
Mons. Semeraro, secretario del Consejo de Cardenales y obispo de Albano, ha declarado en ‘Vatican News’ que la reforma de la Curia “pretende expresar, ante todo, una sintonía con lo que el Papa ha escrito en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, es decir; meterse en el paradigma de la misioneridad, del anuncio del Evangelio, a la luz del cual se nos presentan todas las demás realidades organizativas e institucionales”.
En segundo lugar, el Cardenal ha indicado que “reformar quiere decir resaltar aún más nuestra relación de servicio”.
Mons. Semeraro señala que ha habido un movimiento en el espíritu de los cardenales en la reunión precedente al último Conclave. Y de este encuentro, ha surgido la instancia de que el nuevo Papa debería prestar atención a la reforma de la Curia Romana, reforma que no debe ser entendida como un ajuste de algo que no funciona bien, sino en el sentido de aplicar ese “semper reformandache”, que normalmente se aplica a la Iglesia pero más aún puede aplicarse de forma directa a la Curia.