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Obispos alemanes permiten comulgar a protestantes
26 - 02 - 2018 - IGLESIA - Europa

La Conferencia Episcopal Alemana ha votado por “abrumadora mayoría” en favor de elaborar una “guía” para que los cónyuges luteranos puedan recibir la Sagrada Comunión en ciertas circunstancias. (Fuente: Infovaticana)

Otra vuelta de tuerca de la Iglesia alemana: el Cardenal Reinhard Marx, aún coleando su comentario sobre la bendición de uniones homosexuales, califica ahora una guía en la que la Conferencia Episcopal Alemana (CEA) permitirá la comunión de cónyuges luteranos de fieles católicos como un “paso positivo”.

Pero “solo en algunos casos”, naturalmente.

Y es que “en algunos casos” se está convirtiendo en la estrategia de elección para hacer tragar a los fieles ese ‘cambio de paradigma’ en la Iglesia Católica de que habla el Cardenal Cupich.

Volviendo a Alemania, su Conferencia Episcopal ha votado por “abrumadora mayoría” en favor de elaborar una “guía” para que los cónyuges luteranos puedan recibir la Sagrada Comunión en ciertas circunstancias.

Ya en la conferencia de Ingolstadt de la primavera pasada, la CEA acordó que el cónyuge protestante de un católico puede recibir la Eucaristía tras haber realizado “un serio examen de conciencia” con un sacerdote u otra persona con responsabilidades pastorales, “afirmar la fe de la Iglesia Católica”, desear poner fin a un “grave malestar espiritual” y “anhelar satisfacer el hambre de Eucaristía”.

Y este mismo jueves, Marx, presidente de la CEA, declaró a Katholisch.de, el órgano online oficial de la Conferencia, que tal guía es un “paso positivo”. Por supuesto, después de un “intenso debate” para disipar “serias objeciones”.

No he asistido a los “intensos debates” ni soy ducho en honduras teológicas y, por tanto, se me escapa cómo puede un luterano “afirmar la fe de la Iglesia Católica” y seguir siendo luterano, salvo que tal afirmación sea un fraude, lo que no parece la mejor preparación para comulgar. No siendo católico, no tiene la confesión por sacramento válido, de modo que tampoco parece fácil que se encuentre en las disposiciones necesarias para recibir el Cuerpo de Cristo.

Pero Marx también se ha encargado de aclarar -u oscurecer- ese punto, subrayando que no se trata en absoluto de exigir al cónyuge protestante que se convierta a la fe católica para poder comulgar. Cómo se puede pedir una confesión de fe católica sin que eso suponga una conversión a la fe católica es otra de esas cosas que debo ‘discernir’ mejor.

Y hablando de ‘discernir’, el verbo está en San Pablo tratando precisamente esta misma cuestión, aunque quizá la cita Corintios 1, 11:29 no sea exactamente la que maneja la CEA: “Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condenación”.