“Nosotros no vemos a esa gente como refugiados musulmanes. Les vemos como musulmanes invasores”, así se expresó el primer ministro húngaro, Viktor Orban, en una entrevista concedida al diario alemán Bild con motivo de su visita al país tras la invitación del CSU, los socios bávaros de Merkel.

Hungría, junto Polonia y República Checa, es uno de los principales opositores a la cuotas obligatorias de refugiados que Bruselas lleva años intentando imponer.

Todo lo contrario que Merkel, cuya política de puertas abiertas le ha costado muchos apoyos, votos y ahora hasta sus socios invitan a su principal critico contra la inmigración musulmana.

En la entrevista Orban vuelve a criticar dicha política con un claro mensaje de que no aceptarán los casi 1.300 refugiados que les asignó Bruselas.

“No les vemos como refugiados”, insistió, “sino como invasores”. Y puso un ejemplo para argumentar:

“Para llegar de Siria a Hungría, hay que cruzar cuatro países, los cuales son estables aunque no tan ricos como Alemania. Pero no están corriendo allí por sus vidas, sino hasta Alemania”.

Los países a los que se refiere Orban son Turquía, Grecia, Macedonia y Serbia, pues una vez en Hungría los refugiados no pueden continuar su paso.

Una larga exposición a los musulmanes (inmigración) termina por equiparar las sociedades, y los cristianos y Éstos nunca estarán unidos

El líder conservador, que en abril se enfrenta a un nuevo escrutinio con elecciones al Parlamento en el país, defiende que una larga exposición a los musulmanes (inmigración) termina por equiparar las sociedades, e insiste en que los cristianos y aquellos s nunca estarán unidos.

Además cargó contra el multiculturalismo, al que tachó de “ilusión”. Y remarcó que la diferencia por la cual Alemania los tiene y Hungría no, es simplemente que ellos los querían, pero los húngaros no.