El patriarca de los católicos caldeos iraquíes, Louis Raphael Sako, denunció un sermón celebrado el viernes en una mezquita de Kirkuk por un imán que pidió a las autoridades prohibir los festejos de Navidad y definió a los cristianos como "infieles".

Sako subrayó que el gobernador de Kirkuk y los responsables locales de la seguridad reaccionaron de inmediato y tomaron medidas adecuadas frente a la actitud del predicador.

El patriarca condenó las que denominó "enseñanzas venenosas" del imán, quien brindó su discurso en la mezquita Asbab al Jenna.

Tales afirmaciones, insistió el prelado, "minan el tejido social y la coexistencia" en Irak ."Predicar el odio entre musulmanes y cristianos abre las puertas del infierno para todos", advirtió. "Las palabras del predicador islámico de Kirkuk contradicen la gran simpatía y solidaridad que vemos en Bagdad y otras ciudades, donde muchos negocios y casas de musulmanes fueron adornadas con árboles de Navidad y sus propietarios y habitantes tienen la intención de celebrar el Año Nuevo con sus hermanos y vecinos cristianos", subrayó Sako.