CRISTO HOY
CRISTO HOY

   Sitios Recomendados
        El Vaticano
        Aica
        Rome Reports
        Noticias Vaticanas
  
Arabia Saudí: siete ejecuciones a espada
30 - 11 - 2017 - INTERRELIGIOSO - Musulmanes

El régimen de Riad ocupa una posición de honor en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. (Fuente: Infovaticana)

En Arabia Saudí las cosas no cambian. Aunque el príncipe heredero Mohammed haya puesto en marcha un paquete de reformas para “modernizar el país”, la realidad es bien diferente. El reino saudí continúa con su ritmo incesante de ejecuciones y esta misma semana siete personas más, seis yemeníes y un saudí, han sido decapitados a espada. En lo que va de 2017, el número de muertos se eleva hasta 130.

El ciudadano saudí, ejecutado en Tabuk, fue condenado por tráfico de drogas, mientras que los seis yemeníes, decapitados en Abha, formaban parte de una banda de ladrones que habían asesinado a una mujer y a un hombre.

SPA, la agencia oficial del reino islámico, ha informado de las condenas en un gesto típico de la monarquía saudí, que considera las ejecuciones un espectáculo necesario en Riad y en otras ciudades del reino. Las decapitaciones, que se suelen llevar a cabo en la plaza del palacio de Masmak, cuentan con una serie de preparativos tradicionales y la ausencia estricta de cámaras. Hay que dar buena imagen a los socios occidentales mientras se sigue la versión del islam propugnada por el Estado Islámico.

¿La nueva Riad?

La disidencia ha crecido en Arabia Saudí. Es un hecho constatable que la monarquía saudí ya no goza de la unanimidad de antaño. Parte del pueblo ya no acepta ese pacto para intercambiar bienestar a cambio de permanecer ajenos en las decisiones del país y los precios del petróleo en los últimos tiempos no han ayudado a ello.

En 2015, el rey Salman le otorgó al heredero un control sin precedentes sobre la estrategia económica y política, además de permitirle gestionar una defensa y política exterior cada día más agresivas. Los expertos coinciden en señalar que las medidas tomadas este fin de semana son puramente políticas. Desde que el pasado mes de junio depusiera al príncipe heredero Mohammed bin Nayef -su primo y veterano ministro del Interior-, Salman fijó su atención en otro primo igual de poderoso: Miteb bin Abdullah.

El príncipe Miteb no era sólo un posible rival para el trono, sino también el hombre ante el que respondían los miembros de la Guardia Nacional. Y es que la Guardia, construida alrededor de las intrincadas redes tribales, es probablemente el último centro de poder autónomo que se interpone entre el príncipe heredero y el trono.

La ola de detenciones se ha producido poco después de que las autoridades del reino ultraconservador arrestaran el pasado septiembre a decenas de opositores, entre ellos dos prominentes clérigos, según denunciaron varias organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, entre ellas Human Rights Watch (HRW).

Sin embargo, el Gobierno saudí ha asegurado que las nuevas órdenes de prisión se enmarcan estrictamente en esta inédita campaña contra la corrupción y no se trata de una purga política.

El papel de la mujer

Las últimas decisiones de Riad en torno a la libertad de las mujeres han recibido el aplauso de la comunidad internacional y las principales organizaciones en favor de los Derechos Humanos, pero conviene entender los motivos que han llevado al régimen saudí a tomar estas medidas tan impopulares entre su principal núcleo de apoyo: los musulmanes más conservadores.

El monarca ordenó emitir permisos de conducir para las mujeres, que hasta el día de hoy tenían prohibido ponerse al volante de un vehículo en el país musulmán. La agencia oficial de noticias saudí, SPA, informó de que la orden real entrará en vigor el mes de junio próximo, pero no ofreció más detalles sobre su aplicación.