Sin poder creerlo…
Inicialmente, Swan se muestra suspicaz de que la noticia sea cierta, y afirma estar pendiente de verificarla:
«Todavía tengo que hacer seguimiento a cualquier noticia del sitio web del Vaticano que confirme que se ha emitido el sello. La fuente de noticias católica romana Zenit ha dicho que sí, y afirma que estará disponible a partir del 23 de noviembre de 2017. Zenit proporciona esta descripción del sello:
“La estampilla emitida por la Oficina Filatélica para la ocasión representa en primer plano a Jesús crucificado y en el fondo una vista dorada e intemporal de la ciudad de Wittenberg. Con una disposición penitencial, arrodillándose respectivamente a la izquierda y a la derecha de la cruz, Martín Lutero sostiene la Biblia, fuente y destino de su doctrina, mientras que Philipp Melanchthon, teólogo y amigo de Martín Lutero, uno de los principales protagonistas de la Reforma, sostiene en la mano la Confesión de Augsburgo (Confessio Augustana), la primera presentación pública oficial de los principios del protestantismo escritos por él”».
Señalando la incoherencia
Inmediatamente después, el polemista protestante hace notar que la Santa Sede también emitió un sello conmemorativo de San Francisco de Sales, quien combatió activamente la «Reforma» protestante. El Sello de San Francisco dice que «llevó a cabo su ministerio con el firme deseo de salvaguardar a la Iglesia de Roma de la reforma de Calvino», por lo que luego se pregunta sarcásticamente si «quizás en unos pocos años el Vaticano publique también un sello de Juan Calvino».
Inmediatamente afirma refiriéndose a los apologistas católicos:
«Lo siento por muchos de los defensores de Roma. Muchos de ellos se “convirtieron” del protestantismo, y en su celo inicial disfrutaron arrojando a Lutero y la Reforma bajo el autobús. Ahora, su iglesia infalible honra la memoria no solo de Lutero, sino también de Melanchthon. Esto demuestra una de las descaradas locuras de toda la empresa apologética católica. Como protestante, no hay una razón realmente eterna para “convertirme” a Roma. Si Roma sostiene que Lutero y Melanchthon están arrepentidos al pie de la cruz, entonces, por extensión, también lo están otros protestantes».
Como puede observarse, el protestante entiende cláramente el mensaje: «no hay una razón permanente para convertirse a la fe católica».
El conocido apologista católico Jimmy Akin ha publicado una respuesta intentando refutar el artículo de James Swan. Pero más allá de la buena voluntad de Jimmy, que hace encomiables esfuerzos por tapar el sol con un dedo, en esta ocasión tengo que darle la razón al apologista protestante en que publicar ese sello ha sido un solemne acto de incoherencia.
Las conclusiones que él mismo saca, al entender que se trata de una bofetada a todos los que incluso saliendo del protestantismo han intentado salvaguardar la integridad de la fe católica de las herejías nacidas de la mal llamada «Reforma», son también acertadas. Colocar a Lutero y a Melanchthon al pie de la cruz, honrándoles y presentándoles como modelos, admitiendo explícitamente que la fuente de su doctrina eran las Sagradas Escrituras, y no una deformación de las mismas, sí es contradictorio con honrar a San Francisco de Sales en otro sello, de quien ya podemos imaginar que hubiese hecho con un sello en memoria de dos de los heresiarcas que más contribuyeron a deformar la doctrina cristiana.
Siempre recuerdo las palabras del Papa Juan Pablo II respecto a que la apologética y el ecumenismo son dos caras de la misma moneda. Pero una cosa es ecumenismo, y otra lo que se practica hoy como ecumenismo, en aras de lo políticamente correcto. No solo los católicos, sino inclusive los protestantes, se dan cuenta de la incoherencia.
