En el mensaje, el Papa Emérito explica que recibió la invitación del congreso en el mismo momento en el que acababa de terminar de leer el libro de Fernand Van Steenberghen en el siglo XIII; y, comparándolo con las áreas temáticas del Simposio, «constató con satisfacción que en las décadas transcurridas desde entonces, nuestro conocimiento del siglo XIII ha crecido y ha sido profundizado, también sobre el Doctor Seráfico». «Mientras que a Buenaventura se le relacionaba casi exclusivamente con los aristotelismos de su tiempo» asegura Benedicto XVI, hoy, sin embargo, «la conciencia de la profundidad de su figura y la riqueza de perspectivas de su pensamiento ha aumentado considerablemente».

Además, Joseph Ratzinger también nombra a Gioacchino da Fiore asegurando que no era sólo «un extraño de ideas extravagantes» ya que el encuentro de su pensamiento con la figura de San Francisco de Asís «ha revelado nuevas perspectivas que se consiguen dentro de la profundidad de la teología misma» afirma. Por su parte, Pseudo-Dionisio, «quien dio lugar a nuevos puntos focales en la teología y la vida espiritual» escribe el Papa Emérito, ha ayudado «a cambiar nuestra imagen del siglo XIII».

Mirando el programa del Simposio y los temas tratados, Benedicto XVI se ha dado cuenta «de cómo la imagen de San Buenaventura se ha enriquecido» y es por ello - asegura el Papa Emérito – que agradece «lo que será discutido en el Simposio» y se muestra contento por lo que pueda «aprender al leer las letras», aunque ciertamente, aclara Benedicto XVI, «no seré capaz de leer toda la poderosa obra que el programa preanuncia.»

Por último, ha expresado sus mejores deseos para el Simposio.