Para ser precisos, el Vaticano ha negado que exista “una comisión” encargada de preparar dichas misas, mientras que la información aparecida en esta publicación se refería a una iniciativa extraoficial y más bien improvisada de las Comunidades de Base romanas, supuestamente con el visto bueno de Santa Marta.
El veterano periodista Marco Tossati escribió en la revista religiosa americana First Things una crónica citando la existencia de una comisión encargada de crear esta fabulosa “misa ecuménica”, añadiendo que el prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Cardenal Robert Sarah, no había sido informado, algo que resultaba un poco menos inverosímil de lo que parece teniendo en cuenta que el motu proprio papal sobre traducciones del canon de la misa, ‘Magnum principium’, salió sin la firma de Sarah. Además, el cardenal fue forzado a rectificar tras responder a consultas sobre el alcance del texto que el Papa consideró inadecuadas.
Los rumores se desbocaron -comprensiblemente, hay que reconocer, en medio de un verdadero festival de elogios oficiales a Lutero- e incluso llevaron al cardenal alemán Rainer Maria Woelki a salir al paso de los rumores asegurando que sería “teológicamente imposible” celebrar una misa así. Woelki aseguro que una misa ecuménica “carecería de base” ya que católicos y protestantes sostienen criterios diferentes “sobre cuestiones centrales”, como la naturaleza misma de la Eucaristía.
Creció el rumor después de que el diario ‘The Australian’ -que hizo una crónica sobre la supuesta iniciativa en la que se decía que la misa en cuestión incluiría plegarias, lectura de la Biblia y comunión- recibiera la callada por respuesta a la pregunta planteada al Vaticano sobre el mismo.
Fue creciendo la alarma a lo largo de la semana, se daban incluso nombres de los miembros de la fantasmal comisión como, por ejemplo, el ‘teólogo de cámara’ Andrea Grillo, destacado debelador de los críticos con la exhortación papal Amoris Laetitia, que el viernes tuvo que negar su pertenencia a comisión vaticana alguna en el Catholic Herald.
Finalmente, la oficina de prensa vaticana se ha dado por enterada y ha desmentido tajantemente estas especulaciones, como también lo ha hecho el Arzobispo Arthur Roche, ‘número dos’ de la Congregación para el Culto Divino.
Los rumores, aseguró Roche al periodista Christopher Lamb, son “totalmente falsos”. Por su parte, Greg Burke, de la oficina de prensa, se limitó a asegurar que eran “sencillamente falsos”.
