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El género “no binario”: hacia la destrucción de los sexos masculino y femenino
26 - 10 - 2017 - EMERGENCIA ANTROPOLOGICA - Familia

Los pasos para acabar con lo evidente, el hombre y la mujer: feminismo de género, LGTB y ahora el género “no binario” para intersexuales y transgéneros, que pueden elegir en California una tercera opción en los documentos oficiales. (Fuente: Forumlibertas)

La perspectiva de género, cada vez más generalizada en Occidente gracias a la militancia del movimiento LGTBI, sigue dando pasos con el objetivo de negar una evidencia: los conceptos tradicionales de ‘hombre’ y ‘mujer’, que son la base fundamental de la sociedad.

Para ello, cuenta con la ayuda de muchos medios de comunicación y administraciones que han hecho suya la ideología de género en una sociedad cada vez más desvinculada, donde sólo es posible la realización personal por medio de la satisfacción del deseo.

Ahora, en ese empeño por destruir los sexos masculino y femenino, surge el género “no binario” para intersexuales y transgéneros, que ya ha sido legalizado en California con la ley de Reconocimiento de Género, que permite a los californianos elegir una tercera opción en los documentos oficiales más allá de los géneros masculino y femenino.

La perspectiva de género rechaza la masculinidad y feminidad y considera que son "roles construidos socialmente"

El avance de la perspectiva de género

Tras el feminismo tradicional, que reivindicaba la liberación y derechos de las mujeres, surgió el feminismo de género, cuya base ideológica considera que “la masculinidad y la feminidad son roles de género construidos socialmente […] que perjudican a una parte de la humanidad”, por lo que “el acabar definitivamente con esta situación perjudicial necesariamente pasa por el rechazo y la revocación de esa determinación de los roles de género”.

El filtro del feminismo de género excluye conceptos que son determinantes para el buen funcionamiento de la sociedad, y, entre otras cuestiones, busca abolir el matrimonio, la familia, la maternidad y la religión. Ese excluir la maternidad de sus objetivos, con el argumento de que los hijos limitan a la mujer, tiene mucho que ver con uno de los problemas que afectan a la mayoría de sociedades occidentales: la caída de la tasa de fecundidad, que en España se cronifica, y el envejecimiento de la población.

A ese feminismo de género se sumó el movimiento LGTBI, que ha conseguido infiltrarse en la mayoría de ámbitos de la sociedad, desde la cultura, donde sus efectos tienen en el mundo del cine uno de sus campos de batalla, hasta la política, generando leyes de privilegios para lesbianas y gays y discriminatorias en relación a otros colectivos.

Sirvan como ejemplos, en lo cultural, el nuevo guiño de la factoría Disney al colectivo LGTBI con La Bella y la Bestia; y en lo político, la proposición de ley LGTBI promovida en España por Podemos, que los obispos españoles denuncian por conculcar derechos fundamentales y por su “fuerte contenido ideológico”.

El género "no binario" abre un interrogante sobre qué es realmente uno mismo

Ahora, el género “no binario”

Sin embargo, ese ir a más en los objetivos de los partidarios de la perspectiva de género alcanza un nuevo récord con la negación rotunda del ser “hombre” o “mujer”, es decir la legalización del género “no binario”, un concepto que permite excluir esos roles tradicionales a aquellas personas con identidades transgénero o intersexual, sin que quede limitada sólo para ellas.

Cabe recordar que el término transgénero se aplica, en general, al estado de la identidad de género (identificarse como hombre, mujer, ambos, ninguno, etcétera), que no se corresponde con el género asignado, hombre o mujer en función de los cromosomas o aparato genital.

Por su parte, la intersexualidad es una variación orgánica por la cual un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus genitales, poseyendo por tanto características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer, en grado variable.

De momento, el género “no binario” se ha puesto en marcha legalmente en California, el primer estado de los Estados Unidos que apuesta oficialmente por este tercer género, con su ley de Reconocimiento de Género, pero no sería de extrañar que esa negación de lo masculino y femenino cale en otros estados y países.

La ley establece que a partir de septiembre de 2018 los residentes en California mayores de 18 años podrán pedir una nueva acta de nacimiento con el género con el que se sienten reconocidos en el que se incluirá esta opción “no binario”; y a partir del 2019 pasará lo mismo con los permisos de conducir, según informaba el diario La Vanguardia el pasado 20 de octubre.

La nueva norma californiana, que ha sido impulsada por dos senadores demócratas, también facilita que las personas trans (hombres y mujeres) se puedan cambiar la identidad sin que sea necesario un diagnóstico médico, como era necesario antes de hacerse efectiva la ley.

En esta opción de “no binario” se subraya, por parte de los legisladores, el derecho de las personas a identificarse como quieran y no en función de unos parámetros sociales preestablecidos. El senador Scott Wiener, uno de los autores de la ley y activista LGTBI, justificaba en su cuenta de Twitter la nueva norma porque la sociedad “mete a las personas en cajas etiquetadas y nos dice cómo supuestamente debemos ser. La nueva ley ayuda a las personas de todas las identidades de género a ser ellas mismas”.

La posibilidad de género "X" o neutro en los pasaportes de Canadá, otro ejemplo de la batalla ideológica de la ideología de género

Otros ejemplos

En cualquier caso, la iniciativa aprobada en California no es un caso aislado en la batalla que la ideología de género ha planteado a la condición natural de los sexos masculino y femenino.

En Canadá, por ejemplo, el Gobierno de Justin Trudeau aprobaba el mes pasado la “X” de género neutro para los pasaportes, incluyendo de esta manera el género indeterminado. Así, los canadienses ya pueden identificarse con un género neutro en sus pasaportes desde el 31 de agosto.

El reconocimiento del tercer género o género X se ampliará en los próximos meses a otros departamentos gubernamentales, y la decisión se enmarca dentro de la ley Bill C-16 que defiende las teorías de género del colectivo LGTBI y penaliza la discriminación por identidad o expresión de género.

Yendo a casos más concretos, a finales de septiembre se hizo público que una escuela estadounidense obligaba a niños de 5 años a escuchar una lección “transgénero”.

Como consecuencia de ello, 41 familias sacaron a 73 niños de las escuelas “Rocklin Academy”, en la zona de Sacramento, para proteger a sus hijos del trauma al que habían sido expuestos al recibir lecciones “transgénero”.de forma obligatoria y sin el conocimiento de los padres.

En ese mismo mes, pero en el sur de Inglaterra, se supo que un colegio británico impone un uniforme de género neutro a sus alumnos. El centro privado Priory en Lewes, en el sur de Inglaterra, reaccionaba así tras las quejas por el largo de la falda de las niñas y la supuesta exclusión de los jóvenes transgénero.

El director del colegio, Tony Smith, argumentaba que esta medida solucionará los “problemas de desigualdad y decencia” que, según dice, se dan en estos casos de segregación por sexos.

Por otra parte, la influencia de la perspectiva de género también se ha manifestado en el mundo de la moda. Así, se ha pasado de la moda unisex a la moda sin género, de la mano, entre otros, de Custo Dalmau, que apuesta en Nueva York por una moda sin género.

En su 21ª temporada en la New York Fashion Week, la marca de ropa Custo Barcelona aterrizó con el desfile de inspiración deportiva deluxe y biónica, una colección que constituye una apuesta total por lo agénero. Así, lo que antes era unisex ahora se rebautiza en sin género.