A pesar del repunte del último año, la creación de hogares jóvenes se ha reducido a la mínima expresión. Mientras que en el año 2007 se crearon 455.000 nuevos hogares, entendiendo que en su mayoría son formado por jóvenes, en este último año apenas ha superado los 50.000. Está caída drástica, cifrada en un 87%, es debido a una serie de causas. Los motivos, a pesar de estar fuertemente relacionados, se pueden dividir entre los demográficos y los socioeconómicos.

Menos jóvenes, menos hogares nuevos

La razón demográfica es contundente si se observa los datos publicados por el Insituto Nacional de Estadística (INE): España en menos de diez años ha perdido el 6,3% de población joven (entendiéndose por personas menores de 35 años). Este es uno de los motivos por los cuales la pirámide demográfica es cada vez más estrecha, con una cúspide creciente e insostenible.

Variación de nacimientos por cada mil habitantes, entre el inicio de la crisis hasta el 2012, y la población actual en términos absolutos. Fuente: INE, DatosMacro. Elaboración Propia

La tendencia no es nada esperanzadora. Con una población cada vez menos joven y una coyuntura económica que afecta sobretodo a las personas menores de 30 años el sistema actual. El envejecimiento de la población española ya no es una predicción teórica sino una realidad patente. Actualmente sólo el 16% de la población es joven, mientras que el 65,6% son adultos y el 18,1% pertenece al sector más mayor. La estructura demográfica, según el estudio citado del CSIC, en el año 2050 será radicalmente distinta a la actual. Las personas mayores triplicarán la cifra de los menores de edad, fenómeno que pondrá en peligro la sustentación de las pensiones por jubilación.

Creación neta de hogares expresada en miles. Datos: Instituto Nacional de Estadística. Fuente: Elaboración propia

Desde a principios de este milenio hasta el año 2008 la creación neta de hogares se mantenía estable pero con solidez. Esto se debía a la prosperidad económica y al establecimiento de familias procedentes de terceros países. Sin embargo, con el estallido de la crisis, los nuevos hogares han ido decreciendo hasta reducirse a la mínima expresión. Desde el 2015 parece haber tocado fondo e iniciar un periodo de estabilidad.

La economía no es joven

Un factor quizás más relevante que el puramente demográfico es el socioeconómico. Casi la mitad de la población trabajadora con menos de 35 años tiene un trabajo de contracto temporal. La temporalidad no incentiva a los jóvenes a emprender la decisión de formar una nueva familia. Además de este punto, también hay que considerar la bajada del sueldo medio de los trabajadores de 25 a 29 años, que representa una caída del 8% desde el 2008. Otro factor perjudicial es el encarecimiento de las viviendas, que supone un gran obstáculo para independizarse.

Hogares jóvenes y calidad de la ocupación juvenil. Datos: Instituto Nacional de Estadística. Fuente: Elaboración propia.

En los últimos años ha mejorado la vida laboral de los jóvenes desde el punto de vista de la ocupación. El paro juvenil, que en 2013 se encontraba entre el 40% y el 35%, en la actualidad ha descendido hasta el 25%. A pesar de esta buena noticia, el indicador de temporalidad juvenil nos muestra que la nueva ocupación se ha realizado mediante contratos de carácter temporal. Un buen reflejo de la crítica situación de este segmento de la situación es la tendencia negativa de los hogares jóvenes en relación a la población joven.