Los obispos presentaron una solicitud para renovar la licencia en enero, porque su anterior licencia expiraba el 7 de agosto, informó ucanews.com. La aplicación, que buscó la extensión de la licencia, o franquicia, por otros 25 años, sigue estancada en el nivel de comité de la Cámara Baja del Congreso.

La ley filipina exige que las redes de radio y televisión tengan una franquicia, que se otorga a través de la legislación del Congreso, para poder operar. La franquicia concedida a la conferencia episcopal se renovó por última vez en 1992.

54 estaciones de radio afectadas

Al menos 54 estaciones de radio de la Red de medios católicos del país se verían afectadas por el fracaso de la renovación de la franquicia este año. A pesar de la no renovación de su franquicia, varias estaciones de radio católicas continúan operando.

Las estaciones de la red llegan a 11 regiones y 35 provincias del país. Representa la mayor cantidad de emisoras ​​de Filipinas en términos del número total de estaciones y potencia de transmisión por estación.

Radio Veritas, una estación de radio operada por la Arquidiócesis de Manila, tiene una franquicia separada que se renovó durante la administración anterior.

El presidente Duarte ha tensado las relaciones con la Iglesia católica desde su llegada al Gobierno

Posibles razones

El padre Jerome Secillano, secretario ejecutivo del comité de asuntos públicos de la Conferencia Episcopal, dijo que no descarta la política como el motivo del fracaso de la renovación de la franquicia, especialmente porque los líderes de la Iglesia Católica criticaron al presidente Rodrigo Duterte.

“Es triste que la política pueda obstaculizar nuestros procesos democráticos”, dijo el sacerdote y agregó que “podría ser una de las razones por las cuales el Congreso no renovó la franquicia”. El padre Secillano, sin embargo, dijo que los verdaderos perdedores fueron las personas que confiaron en el servicio.

“Es la voz de la gente y nuestra búsqueda de la verdad lo que está siendo socavado por el Congreso”, dijo.

A mediados de octubre, el presidente de la Cámara de Representantes, Pantaleón Álvarez, un aliado de Duterte, calificó a la conferencia episcopal de “cara dura” por criticar al gobierno.

El congresista Franz Alvarez, presidente del Comité de la Cámara de Franquicias Legislativas, dijo que la inacción en la solicitud de los obispos se debió a la cantidad de solicitudes que el cuerpo legislativo tuvo que atender y que “todavía estaba pendiente de audiencia”.